domingo, 27 de abril de 2008

DOMINGO RIVERO GONZÁLEZ (1852-1929)

EUGENIO EGEA MOLINA

Poeta de creación tardía que llevó su silencio, discreción y modestia a su breve obra, conocida muchos años después de su fallecimiento

Natural de la ciudad de Arucas (Gran Canaria), donde ve la luz el 23 de marzo de 1852.
Sus padres fueron Juan Rivero Bolaños y Rafaela Mª González Castellano; siendo primo hermano del escritor y apóstol del árbol Francisco González Díaz, y tío abuelo del poeta del Atlántico Tomás Morales Castellano, al que admiraba y resaltó en sus poemas (“y acaso el nombre de poeta sea / más grato para ti, junto al de hermano.”)
Los primeros estudios los realizó en el Colegio San Agustín, institución de referencia en la formación de la intelectualidad isleña del momento. Entre 1870-1873, tras una breve estancia en París, se traslada a Londres donde entró en contacto con la literatura inglesa, incluso tradujo algún poema. En años posteriores (1871-1881), realizó estudios de derecho en Sevilla y Madrid.
De vuelta a su isla natal, se inscribe en el Colegio de Abogados y en 1884 obtiene una plaza de registrador de la propiedad. En 1886 ejerce como relator de la audiencia, hasta el año 1904 en que es nombrado secretario.
En el año 1885, se casó con Mª de las Nieves del Castillo-Olivares Fierro, con la que tuvo siete hijos.
Su dedicación poética aparece tardíamente (“y nació, triste y tardía, la flor de mi poesía”) a sus 47 años y ya empezado el siglo XX, a partir de aquí y durante unos pocos años publica algunos pocos sonetos en la prensa.
Su obra no aparece recogida en libro hasta unas décadas después de su fallecimiento, gracias a la labor recopilatoria del escritor y profesor Eugenio Padorno. En esto tuvo mucho que ver su modestia y discreción:
“Nunca aspiré a la gloria, ni me atrajo / de la fama estruendo, / ni soñé que mi nombre / pueda en su libro recoger el tiempo. / De esa ambición mi corazón no sabe.
Asimismo, hace esta declaración en “A mis versos”:
“No será. Unió nuestra suerte / del dolor la excelsitud: / tendremos la misma muerte / y ¡ojalá! el mismo ataúd”.
Por todo ello, Domingo Rivero es un poeta desconocido no sólo en las islas sino en todo el territorio español. Uno de sus poemas es de gran belleza y calidad, el titulado “YO, A MI CUERPO”:
¿Por qué no te he de amar, cuerpo en que vivo?;
¿por qué con humildad no he de quererte,
si en ti fui niño, y joven, y en ti arribo,
viejo, a las tristes playas de la muerte?
Tu pecho ha sollozado compasivo
por mí, en los rudos golpes de mi suerte;
ha jadeado con mi sed, y altivo
con mi ambición latió cuando era fuerte.
Y hoy te rindes al fin, pobre materia,
extenuada de angustia y de miseria.
¿Por qué no te he de amar? ¿Qué seré el día
que tú dejes de ser? ¡Profundo arcano!
Sólo sé que en tus hombros hice mía
mi cruz, mi parte en el dolor humano.

En el mes de septiembre de 1929, murió en Las Palmas de Gran Canaria.


ANTOLOGÍA SOBRE DOMINGO RIVERO:
- Eugenio Padorno. En el dolor humano. Ed. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (1998, reed. 2002).
- Francisco Brines. Domingo Rivero. Yo, a mi cuerpo. Edit. Acantilado (2006)
- Antonio Becerra. Domingo Rivero. Antología Poética. Edit. Anroart


martes, 25 de marzo de 2008

EL FOLKLORE MUSICAL DE CANARIAS

EUGENIO EGEA MOLINA


CARACTERÍSTICAS Y CONFIGURACIÓN
La música tradicional canaria, como toda su cultura, se caracteriza por la confluencia de de diferentes influencias que arribaron en las islas. Desde el sustrato proporcionado por los antiguos pobladores -generalizadamente denominados guanches- con los influjos provenientes de su conquista y, posterior, colonización: principalmente españoles, portugueses, centroeuropeos…
Sin embargo, es una manifestación que, a través del tiempo, ha tomado su propia personalidad recogiendo la idiosincrasia del pueblo canario. De tal forma, que el folklore musical canario se diferencia del que en su momento fue el originario. Destacándose hoy, la variedad y riqueza de sus cantos y bailes.
En tiempos de la conquista y colonización de las Canarias, se expandió por las cortes europeas, el denominado “Baile del Canario”. Danza practicada por los aborígenes canarios del que sólo quedan referencias. Al parecer bailes actuales como el tajaraste, el tango herreño o el sirinoque mantienen relación con “El Canario”. De estos, el sirinoque palmero es el que más influencia indígena posee.
Por el siglo XVI, encontramos un tipo de canciones funerarias a modo de lamento, las Endechas, que no tienen un origen difuso: posible aportación indígena o judía, pero arraigaron tanto en el pueblo canario que fueron incluidas: “endechas de Canaria”. Los descendientes de los aborígenes las cantaban en su propia lengua.

CANTOS Y DANZAS ACTUALES
Las isas, las malagueñas y las folías constituyen el sustrato de la música y danza tradicional de Canarias; a ellas se incorporan las seguidillas. Estas piezas son originarias de España y arraigan en las islas en el siglo XVIII, constituyendo la base de su folklore musical.
En el siglo XIX, se incorporan a nuestro acervo folklórico un grupo de bailes provenientes de Centroeuropa: la polka, la mazurca y la berlina.
- La isa es el canto alegre del canario que proviene de la jota aragonesa. La palabra “isa” significa en bable asturiano: salta. Hasta fines del siglo XIX, era un baile suelto que con castañuelas se ejecutaba mediante saltos con gran destreza. Actualmente, la danza se ha convertido en la realización coreográfica de puentes, corros, cadenas y figuras.
- Por su parte, la malagueña -su nombre revela su origen andaluz- es la expresión melódica del sentimiento, con temas centrales como la madre o la emigración. Su baile parsimonioso, en Canarias contrapone al grupo de bailadores unos episodios solistas, protagonizados por un hombre y dos mujeres, los cuales realizan un rico repertorio de evoluciones coreográficas.
- Cadenciosa y sensible es la folía, fiel versión que en el siglo XVI era conocida en Europa como “Folías de España”. Fue un baile popular en los salones de las cortes europeas, pasando a nuestro folklore desde ámbitos cultos. En su versión popular en las islas, se baila con delicadeza manteniendo sus vestigios cortesanos y conserva el cambio de pareja por parte de la mujer, la cual vuelve al final con su primera pareja masculina.
- En el Archipiélago también arraigaron las seguidillas en muy variadas formas. Existe una versión de baile muy dinámica y colorista, propia de las islas orientales, a la que se conoce por seguidillas corridas. Otra versión es la de las saltonas, caracterizadas porque los cantadores se alternan pasándose las estrofas que cantan (seguidillas robadas). También el llamado tanganillo es un tipo de seguidillas caracterizado por un período melódico más amplio, en el que el texto cantado se extiende en reiteraciones de ciertas palabras.

Cada isla tiene sus propios cantos y bailes tradicionales que añaden riqueza al folklore canario:
- El Hierro: Baile del vivo, Tango herreño y Baile de la Virgen
- La Gomera: El tajaraste o baile del tambor.
- La Palma: Sirinoque, Aires de Lima, Baile (o romance) del trigo, Danza de los enanos.
- Tenerife: Lo Divino, Santo Domingo y Tango de la Florida
- Gran Canaria: Mazurca, Endecha y Aires de Lima.
- Fuerteventura: Polca, Siote y Berlina.
- Lanzarote: Sorondongo y La Zaranda.

No hay que olvidar la fuerte presencia que tiene el folklore latinoamericano acogido en Canarias por la identificación y estrechas relaciones con estos pueblos.

GRUPOS MUSICALES: EL TIMPLE INSTRUMENTO TÍPICO
En los grupos musicales, el timple es el instrumento canario más representativo. Se trata de una especie de pequeña guitarra, de cuatro o cinco cuerdas, con una caja de resonancia estrecha y abombada denominada joroba. Al parecer aunque de incierto origen, parece que tiene su origen en la guitarra barroca, introducida por los colonizadores. Generalmente se ha venido utilizando como instrumento de acompañamiento, pero en los últimos años se le ha dado protagonismo como instrumento solista gracias a Totoyo Millares, pionero de su enseñanza y difusión: en todos los sentidos, un maestro. En la actualidad, José Antonio Ramos*, Domingo Rodríguez (el Colorao) o Benito Cabrera, exploran nuevas posibilidades con maestría y acierto, incluso en otros géneros como música sinfónica, jazz o pop.
Otros instrumentos que suelen ejecutar la música tradicional son: guitarras, bandurrias, laudes, tambor, güesera, pandero…

MÚSICA FOLKLÓRICA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
El folklore canario ha tenido un importante revulsivo y popularidad a partir de la segunda década de 1960, mediante una importante labor de rescate y difusión, destacando agrupaciones musicales como Los Sabandeños (Tenerife); amén de otros grupos como Los Campesinos de Lanzarote; Los Gofiones, Los Sancochos y Mestisay por Gran Canaria; Verode y Añoranza por Tenerife, y Los Arrieros por La Palma entre otros. Asimismo, se destacan como autores y pioneros de la canción canaria a Néstor Álamo y Diego García Cabrera; interpretes como Mary Sánchez, María Mérida u Olga Ramos.
En los años 1970, con el grupo palmero Taburiente aparece un nuevo fenómeno conocido como Nueva Canción Canaria, movimiento que parte del folclore canario y canción de autor, mezclando su música con diversas influencias. Su temática es comprometida y reivindicativa (nacionalismo, social, ecología, pacifismo…). En esta línea, en la década de 1980, se encuadra el Taller Canario de la Canción.

Para cumplimentar estas notas, principalmente estas manifestaciones musicales se pueden observar, acompañadas del colorido y la vistosidad de los trajes típicos, en las romerías que se celebran en los pueblos y pagos de Canarias. De estas, mencionar la romería de San Benito en La Laguna (segundo domingo de julio) y la de Ntra. Sra. del Pino en Teror (7 de septiembre).



*Post scriptum: con posterioridad a la publicación de este artículo, José Antonio Ramos falleció repentinamente el 4 de junio de 2008. El 18 de ese mismo mes, iba a presentar su último trabajo en las fiestas fundacionales de Las Palmas de Gran Canaria.
Nos legó, amén de su virtuosismo y bonhomía, un importante patrimonio con sus excepcionales creaciones, interpretaciones y enseñanzas. En su memoria.


ORCID iD iconorcid.org/0000-0002-9433-6298   



domingo, 23 de marzo de 2008

TORTAS DE GARBANZAS CONEJERAS

Una suculenta receta de la repostería conejera (originaria de la isla de Lanzarote): las tortas de garbanzas:
Ingredientes:
- 1/4 kg de garbanzas (garbanzo de semilla grande o, en su caso, garbanzo lechoso)
- 150 gr. de azúcar,
- 1 sobre o cucharada de canela molida
- Ralladura de 1/2 limón,
- 100 gr. de harina,
- 1 copa de anís,
- 4 huevos,
- 1/2 tacita de aceite,
- Sal

Procedimiento:
Ponemos las garbanzas en remojo la noche anterior (7-8 horas), cambiándoles el agua en varias ocasiones (3-4 veces).
Al día siguiente las lavamos, se cuecen y se pasan por el pasapuré, las dejamos caer en una ondilla. Añadimos todos los ingredientes, excepto las claras de los huevos. Éstas las batiremos a punto de nieve y las agregamos despacio a la masa.
Conseguido esto, tomamos porciones de mezcla con una cuchara sopera y depositamos en la sartén con aceite caliente. Cuando estén doradas se retiran y se colocan sobre papel absorbente.
Una vez secas de aceite, se colocan en una bandeja y se espolvorean con azúcar.
¡Que las saborees y disfrutes!

miércoles, 19 de marzo de 2008

SILBO GOMERO

EUGENIO EGEA MOLINA

El silbo gomero es una forma de comunicación practicado por algunos habitantes de la isla canaria de la Gomera. Al parecer su origen antecede a la llegada de los conquistadores castellanos, practicado por los aborígenes isleños. Después de la conquista, se adaptó del lenguaje gomero al español.
Es un lenguaje que se adapta al medio y traspasa una compleja geografía marcada por riscos y montañas, comunicándose entre distintos puntos geográficos sin necesidad de desplazamientos.
Consiste en deletrear las sílabas silbando mediante la introducción de los dedos en la boca, se articulan los sonidos en base al lenguaje hablado: por lo que si un silbador quisiera comunicarse en otro idioma podría hacerlo. Además de la emisión de fonemas silbídicos, toman relevancia otros elementos como la línea melódica del silbo, su ritmo, su frecuencia, sus pausas, y sus interrupciones, así como la duración de unas y otras; lo mismo que ocurre en el lenguaje hablado.
Estudios psicológicos sobre el mismo han determinado que los silbadores utilizan la misma zona cerebral propia del lenguaje.
También existe el lenguaje del silbo en los indios zapotecas (México) y en la tribu diola (Senegal).
Actualmente, debido al fuerte avance de las comunicaciones pocas personas utilizan esta forma peculiar de lenguaje. Una de las medidas para preservarlo ha sido su introducción como asignatura en el currículo escolar de los niños gomeros. 

lunes, 17 de marzo de 2008

POTAJE SANTO

La Semana Santa también tiene sus platos y comistrajes propios: en nuestras islas lo más común es comer en familia, el viernes santo, el típico Sancocho. No obstante, proponemos una receta propia de estos días, sacada de la zona de Agüimes en la isla de Gran Canaria, el Potaje Santo:

Ingredientes
- 1 cebolla
- 3 dientes de ajo
- 3 tomates
- 1 clavo
- 1 punta de cuchillo de pimentón
- 1 hierbas de cilantro
- Aceite en un sartén
- 2 kg de calabaza
- 1/2 kg. de garbanzos
- 100 gr. ñame
- Sal
- Agua
- 1/2 Kg. papas pequeñas
Tiempo de cocción: aprox. 90 minutos

Procedimiento
La noche anterior ponemos los garbanzos en remojo.
La calabaza la cortamos en trozos pequeños y los metemos en un caldero con los garbanzos añadiéndole agua hasta cubrirlos, luego añadimos el cilantro y el ñame.
Preparamos una sartén para hacer una fritura: una pizca de aceite con la cebolla y los ajos; al verlos doraditos, introducimos los tomates pelados y sin pipas, cuando quede todo como una masa se agrega el pimentón, retirándolo del fuego.
La fritura la añadimos al caldero, manteniéndolo en el fuego hasta que los garbanzos estén tiernos y la calabaza quede totalmente diluida; momento en que ponemos las papas bajando la temperatura del fuego. Por último, echamos la sal y esperamos a que las papas estén hechas.

viernes, 14 de marzo de 2008

EXPRESIONES DEL HABLA CANARIA (IV)

- Estar s(z)afado: desenvuelto o suelto en exceso (“no te zafes”). (Lusismo).
- Estar/encender como una fogalera: enfadar o impulsividad. (Lusismo).
- Fuerte rebumbio: tremendo jaleo, alboroto o revoltura.
- Manojo de nervios: Nervioso o inquieto (“Hecho un manojo de nervios”).
- Jalar por la cachimba: fumar en pipa.
- Estar encochinado: enfadado o furioso.
- Está hecho una fogalera: encendido, impulsivo (luisismo)
- ¡Ni chica fogalera!: tremendo jaleo o revoltura (lusismo)
- ¡No, que va!: claro que sí, por supuesto; irónicamente.
- Estar en el aire: fuera de lugar, alelado, pasmado.
- Estar apestando: oler o encontrarse mal.
- Déjate estar: párate, no te muevas, quédate quieto.
- Te conocí por el cloquío: reconocer a alguien por la voz.

Ilustración: Cho Juan y Pepe Monagas de EDUARDO MILLARES

ENLACES:
Expresiones del habla canaria (I)
Expresiones en el habla canaria (II)
Expresiones del habla canaria (III)
Expresiones del habla canaria (V)
Unas notas sobre el habla canaria





lunes, 25 de febrero de 2008

LEYENDA DEL SALTO DEL ENAMORADO Y UNA HISTORIA DE FAMILIA

EUGENIO EGEA MOLINA

En la zona denominada La Galga, actual municipio de Puntallana (La Palma), donde destacan sus imponentes riscos, vivió en otros tiempos un valiente y osado pastor. Este, quedó prendado de una hermosa joven que ignoraba todas sus pretensiones hacía ella. No obstante, el mancebo no cejaba en su empeño de cortejarla; y la bella dama mantenía una total indiferencia.
Escultura al salto del Enamorado. Puntallana (La Palma)
La hermosa joven agobiada por la constancia del pastor en conseguir su corazón, quiso probar su amor pidiéndole un imposible y así liberarse, de una vez por todas, de sus cortejos.
Para ello, le pidió que antes de ser su esposa, debía acercarse al precipicio y, apoyando sus manos en su lanza (vara con la que los pastores canarios esquivan las dificultades orográficas), sorteara los abismos tres veces con su cuerpo sin caer.
El valor y la destreza del amante quedaron patentes en los dos primeros saltos; pero, en el tercero, cuando se encomendó a su dama, falto ya de fuerzas, no se apoyó en tierra firme, despeñándose en las profundidades del barranco.
El amor le cegó y murió por conseguirlo; su cuerpo nunca se encontró. Ella perdió la cordura y lloró todos los días que le restaron de vida.

Desde entonces, la gente del lugar para recordarlo, llaman al risco El Salto del Enamorado.
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14 agosto 2011
UNA HISTORIA FAMILIAR EN LA GALGA 

En el Cubo de La Galga,
bajo de un almendro en flor,
le dio mi padre a mi madre
el primer beso de amor.
Popular. 
Transmitida por Talio Noda

Hacienda de La Galga. Foto del autor
No sólo esta bonita leyenda se ha desarrollado en este magnífico entorno, otra historia de enamorados tuvo lugar por estos lares. Esta es la que les voy a relatar y compartir a continuación:

La Galga, en la Isla Bonita, es uno de esos sitios cuyo hermoso paisaje te hace sentir bien.
Desde la Loma puedes bajar por el barranco que llega a la costa y, desde el que un día, la laurisilva reflejaba los colores que el sol iba dejando al despuntar la mañana.
En el primer año del siglo pasado, allí, en su hacienda familiar, pasaba temporadas la joven Dolores, junto con sus padres y hermanos.
Como cada día, entró en la acogedora ermita que sus antepasados habían construido, para dar las gracias por lo que tenía. Luego, se sentó fuera en un amplio sillón de rafia con respaldo, que sus padres habían mandado a traer de Europa. Era un lugar, donde pasaba las horas, bordando y observando las correrías y travesuras de sus adolescentes hermanos.
Un día, oyó unos despavoridos gritos, que de ninguna forma le hicieron presagiar lo que le depararía el destino. Sus hermanos, corrían monte abajo como posesos.

La muchacha se dio cuenta que algo extraño sucedía. Los jóvenes despavoridos se dirigieron hacia la muchacha, y al llegar donde estaba; un hurón que llevaban, con el que habían estado de cacería furtiva en la montaña, lo introducen en un baúl y hacen que se siente encima Dolores. Ella, accede sin vacilar, como un acto reflejo protector, al percatarse de un peligro inminente que se cernía sobre ellos. Estos, veloces, se refugian en la casa.
Hemos de aclarar que el uso del hurón para la caza estaba terminantemente prohibido y perseguido.

Al rato, observó cómo la guardia civil, una pareja y un apuesto teniente, se acercaban y se dirigían directamente hacia ella.
Desde siempre le había impresionado el uniforme verde, con sus imponentes largas capas y tricornios de negro charol.

Ya, frente a Dolores, el oficial, con sus dos deslumbrantes estrellas doradas en la antemanga, se dirigió a ella, a la vez, que la miraba de una forma penetrante. Sobrecogida por el pánico, se limitaba a balbucear y asentir; pues enfrascada en mantener oculto "el cuerpo del delito" que no dejaba de moverse bajo ella, no lo descubrieran.
No escuchaba lo que la autoridad le decía. Solo, mantenía un modoso comportamiento, ante el pánico de verse sorprendida.
Ermita de S. Bartolomé en La Galga. Foto del autor
Al cabo de un rato, momento que pareció interminable y donde un frío intenso se apoderó de su cuerpo, el teniente y la pareja de guardias se despiden marcial y cortésmente.
Cuando se alejaron, respiró lentamente y tardó en volver a la tranquilidad, y ahí nos podemos imaginar que les dijo a sus hermanos...

Al día siguiente, cuando Dolores salía de su ermita, el oficial se le acercó galantemente y con un serio acento gaditano, le dijo: “si usted y su padre lo permiten, nos casaremos en esta ermita”.

Y así fue.

De esta forma, la familia Poggio unió sus vínculos con la de Egea. A partir de entonces, sus descendientes han vivido en las islas de La Palma, Tenerife y Gran Canaria, hasta la actualidad.

Esta es la narración que me transmitieron mis tías abuelas Josefa y Magdalena Egea Poggio (D.E.P.), de la que decían que Mamá Lola (la joven Dolores: Dolores Poggio Álvarez) les contaba a escondidas de su padre, Papa Juan (Juan Egea Urraco, el joven teniente) que ante todo, mantenía un carácter serio y prudente donde la rectitud imperaba. En agradecimiento y memoria.
Gracias a mi prima Conchi Poggio Egea y, a su padre Manuel Poggio Sánchez, así como a mi tío Luis Egea Manrique de Lara, cuya versión también la oyó en Málaga a su tío Luis Poggio (hijo de uno de los muchachos de la historia), por recordarme con el tiempo esta historia familiar. A Cristina López Díaz, mi cómplice, por darle un “toque femenino”.

ENLACE RELACIONADO



sábado, 23 de febrero de 2008

SILVESTRE DE BALBOA (1513-1620)

EUGENIO EGEA MOLINA

Autor canario que escribe la primera obra de la literatura cubana.
Con su poema épico Espejo de Paciencia, en 1608, se inician las letras cubanas.

Silvestre de Balboa Troya Quesada natural de Las Palmas de Gran Canaria, según consta en su partida fue bautizado el 30 de junio de 1563, debiendo nacer pocos días antes como era preceptivo.
Casa de Balboa en Las Palmas de Gran Canaria

Se traslada a América entre los años 1590 y 1600, inicialmente se le sitúa en la ciudad de Manzanillo (Bayamo, Cuba) –alrededor de 1604- y con posterioridad fijó su residencia en Puerto Príncipe (actual Camagüey), donde ejerció como escribano de su cabildo.
Fue el autor de la primera obra de la literatura cubana, en 1608 escribió Espejo de Paciencia; poema épico-heroico con sustrato histórico.
Balboa se basó en este poema en la visita que en 1604 realizó el obispo Cabezas Altamirano a las haciendas de Yaras, y el secuestro de éste por parte del corsario Gilberto Girón, desde su nave que se encontraba frente a Manzanillo. Los vecinos de Bayamo al tener noticias de la captura del obispo, organizaron una partida para enfrentarse a los corsarios. Hubo una encarnizada lucha que acaba con la vida del corsario provocada por el esclavo Salvador Golomón, lo que trajo consigo la liberación del obispo.
La obra sobrevivió al gran incendio que se produjo en Puerto Príncipe en 1616; es publicada integramente por primera vez en su segunda edición, en los siglos XVII y XVIII.
Balboa tenía una importante formación literaria y su obra contiene influencia de los escritores canarios Bartolomé Cairasco de Figueroa y Antonio de Viana.


viernes, 22 de febrero de 2008

QUESILLO

Postre de la isla de Tenerife

Ingredientes
10 huevos
1 lata leche condensada
1 litro leche
1 limon
Canela

Procedimiento
Colocamos los huevos en un recipiente y batimos, añadimos la leche condensada y la natural en la misma cantidad.
Batimos bien, añadimos canela y la ralladura de 1 limón.
Colocamos azúcar quemando al molde, tapamos con papel aluminio y luego con una tapa, colocamos a fuego lento al baño maría por una hora aproximadamente.
Lo dejamos enfriar, contaremos con un postre exquisito.

miércoles, 20 de febrero de 2008

CHICHARRONES

Un suculento plato que sirve para acompañamiento o enyesque (picoteo), a preparar en 9 pasos:
Ingredientes
- Una pieza de corteza de panceta de cochino, mejor si es atocinada. Es importante que sea de la piel de la panza, porque si no es así nos quedarán duros o imposibles de masticar.
- Un litro de aceite o una cantidad aproximada de manteca de cochino.
- Una cucharada de orégano
- Zumo de medio limón.
- Sal, al gusto.
- Un tazón de gofio (recomendable, pero opcional)
Preparación
1) Cortamos la corteza en trozos más o menos cuadrados de 3 ó 4 centímetros de lado, sin quitarle la grasa ni los trocitos de carne de hila que tenga en capas.
2) Echamos un chorro de aceite o embadurnamos con manteca el fondo del caldero para que no se peguen los chicharrones.
3) Ponemos entonces los trozos y vamos untándolos en aceite o poniendo trozos de manteca. Cuando estén todos en el caldero, añadimos aceite que justamente los cubra (o ponemos una capa de manteca que haga la misma función).
4) Guisamos a fuego lento, con el caldero tapado, removiendo suavemente de vez en cuando con una cuchara de madera. Así se irá fundiendo toda la grasa y las cortezas se quedarán blanditas, y se pegarán incluso unas con otras. Es importante no dejar que se quemen las del fondo. Ir removiendo constantemente.
5) Cuando la mezcla ya vaya tomando apariencia de fritura más que de guiso, destapamos y rociamos con el zumo de limón, para luego espolvorear con el orégano.
6) Subimos el fuego y ahora nos toca revolver despacio pero más frecuentemente, hasta que los chicharrones floten y se doren.
7) Notaremos que están listos porque flotan y les aparecen las bolsitas de aire. Cuanto más tiempo los friamos, más tostados (achicharrados) y crujientes se nos quedarán. Pero, cuidado, que si se pasan, se nos ponen amargos. Para evitarlo, de vez en cuando sacamos uno y con cuidado de no quemarnos los bezos los iremos probando, para dar con el punto de nuestro gusto. 8) Sacamos a una fuente y salamos.
9) Si los queremos auténticos, espolvoreamos con el gofio antes de que se enfríen. 10) Cuando estén completamente fríos.

Con buena compaña: a saborear y disfrutar (poquita cantidad que van saturados de calorías).