miércoles, 20 de febrero de 2008

CHICHARRONES

Un suculento plato que sirve para acompañamiento o enyesque (picoteo), a preparar en 9 pasos:
Ingredientes
- Una pieza de corteza de panceta de cochino, mejor si es atocinada. Es importante que sea de la piel de la panza, porque si no es así nos quedarán duros o imposibles de masticar.
- Un litro de aceite o una cantidad aproximada de manteca de cochino.
- Una cucharada de orégano
- Zumo de medio limón.
- Sal, al gusto.
- Un tazón de gofio (recomendable, pero opcional)
Preparación
1) Cortamos la corteza en trozos más o menos cuadrados de 3 ó 4 centímetros de lado, sin quitarle la grasa ni los trocitos de carne de hila que tenga en capas.
2) Echamos un chorro de aceite o embadurnamos con manteca el fondo del caldero para que no se peguen los chicharrones.
3) Ponemos entonces los trozos y vamos untándolos en aceite o poniendo trozos de manteca. Cuando estén todos en el caldero, añadimos aceite que justamente los cubra (o ponemos una capa de manteca que haga la misma función).
4) Guisamos a fuego lento, con el caldero tapado, removiendo suavemente de vez en cuando con una cuchara de madera. Así se irá fundiendo toda la grasa y las cortezas se quedarán blanditas, y se pegarán incluso unas con otras. Es importante no dejar que se quemen las del fondo. Ir removiendo constantemente.
5) Cuando la mezcla ya vaya tomando apariencia de fritura más que de guiso, destapamos y rociamos con el zumo de limón, para luego espolvorear con el orégano.
6) Subimos el fuego y ahora nos toca revolver despacio pero más frecuentemente, hasta que los chicharrones floten y se doren.
7) Notaremos que están listos porque flotan y les aparecen las bolsitas de aire. Cuanto más tiempo los friamos, más tostados (achicharrados) y crujientes se nos quedarán. Pero, cuidado, que si se pasan, se nos ponen amargos. Para evitarlo, de vez en cuando sacamos uno y con cuidado de no quemarnos los bezos los iremos probando, para dar con el punto de nuestro gusto. 8) Sacamos a una fuente y salamos.
9) Si los queremos auténticos, espolvoreamos con el gofio antes de que se enfríen. 10) Cuando estén completamente fríos.

Con buena compaña: a saborear y disfrutar (poquita cantidad que van saturados de calorías).

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