sábado, 24 de noviembre de 2007

JUAN BAUTISTA POGGIO MONTEVERDE (1632-1707)

 EUGENIO EGEA MOLINA

Hombre multifacético: abogado, presbístero, militar; destacado escritor y orador.
Máximo exponente literario del Bárroco en Canarias.
Bienhechor e impulsor de las fiestas lustrales palmeras.

En Sta. Cruz de la Palma (Islas Canarias), tuvo lugar su nacimiento el 16 de junio de 1632. Hijo del genovés Juan Ángel Poggio Castilla, trasladado a La Palma donde ejerció como juez subdelegado de Indias y oficial de las milicias provinciales, y de la palmera María Maldonado Monteverde.
Realizó sus primeros estudios en su ciudad natal, licenciándose en Leyes por la Universidad de Salamanca.
De vuelta a su isla, ejerce como abogado y es nombrado teniente de La Palma (1675), renunciando dos años más tarde –a los 45 años- para convertirse en presbítero.
Destacó en su carrera eclesiástica, con importantes cargos: Visitador General de la Gomera y el Hierro, Vicario General de La Palma (1691) y, por último, asesor letrado del Cabildo (1705). En el púlpito sobresalió como eminente orador, marcado por su elocuencia y vasta cultura.
Legó una importante obra literaria, considerado como representante del bárroco en Canarias, en el que utiliza un estilo conceptista. Su poesía lírica contiene sonetos, octavas, décimas, coplas y romances de variados temas, entre los que destacan los religiosos, amorosos, panegíricos y morales. Como poeta dramático es autor de varias Loas. Sus ‘loas sacramentales’ son auténticos ‘autos’ a la manera de Calderón de la Barca –Viera y Clavijo le llamó “el calderón canario”- compuestos para celebrar la festividad del Corpus. Cuatro de las dedicadas a la Virgen de las Nieves, conmemoran los cinco años que de traída de la Virgen a la capital de la isla; tradición y costumbre en la que tuvo un papel destacado: haciendo que cada lustro tuviera obras en honor a la Virgen de las Nieves y que en la Semana Grande no faltara teatro, danza, música y juegos.
A sus 75 años, dejó de existir en la capital palmera, el 20 de septiembre de 1707.
Reproducimos un soneto hallado entre sus papeles de su puño y letra (Tabares, 1941):
Pídeme de mi mismo el Tiempo cuenta.
Si a darla voy, la cuenta pide Tiempo;
Que quien gastó sin cuenta tanto Tiempo
¿Cómo dará sin Tiempo tanta cuenta?
Tomar no quiere el Tiempo, Tiempo en cuenta
Porque la cuenta no se hizo Tiempo;
Que el Tiempo recibirá en cuenta el Tiempo
Si en la cuenta del Tiempo hubiera Tiempo.
¿Qué cuenta ha de bastar a tanto Tiempo?
¿Qué Tiempo ha de bastar a tanta cuenta?
Que a quien sin cuenta vive, falta Tiempo.
Y estoy sin tener Tiempo y tener cuenta
Sabiendo que he de dar cuenta del Tiempo.
Y ha de llegar el Tiempo de la cuenta.

Foto: Ermita de Ntra. Sra. de la Candelaria en Mirca (StaEnlace. Cruz de la Palma).
Juan Bautista fue patrono de la misma, concediéndole el papa Inocencio IV el privilegio de tener oratorio privado.

FUENTES:

- TABARES DE NAVA, TOMÁS. Apuntes para la Historia de los Poggio. Imprenta Católica, Sta. Cruz de Tenerife 1941.


miércoles, 21 de noviembre de 2007

CAZUELA DE PESCADO AL ESTILO CANARIO

Ingredientes:
500 grs. de pescado salado (preferiblemente cherne). Un trozo de tocino de cerdo salado (200grs.). 1 kgr. de papas grandes. Una cebolla grande. Un tomate grande. Medio pimiento verde o rojo, según el gusto. 5 o 6 dientes de ajo. Perejil. Una hoja de laurel. Pimiento molido dulce. 1/4 l de aceite de oliva. Cilantro. 1/4 kg. de gofio. Sal. Pimienta fresca (guindilla).


Preparado:

Dejamos de remojo el pescado desde la noche anterior, cambiando el agua si es necesario. En una sartén ponemos el aceite a calentar, cuándo esté caliente añadimos el pescado sin trocear, es mejor secarlo con un paño antes para que no salte. Lo dejamos bien doradito. Posteriormente lo retiramos y apartamos para usarlo luego. En el aceite que nos ha quedado vamos a realizar una fritura, con los ingredientes muy picaditos, que añadiremos en el siguiente orden: ajo, cebolla, pimiento y por último el tomate, en este momento también añadiremos el tocino de cerdo en la fritura. Por otro lado en una cazuela ponemos aproximadamente dos litros de agua (se puede ampliar la cantidad de agua según sean los invitados) a calentar en la que añadimos la hoja de laurel, el perejil picado y un poco del pimentón molido. Cuando tengamos la verdura marchita incorporamos todo en la cazuela y lo dejamos hervir durante media hora junto con el pescado.Mientras todo esto esta en el fuego podemos ir pelando las papas, las cuales añadimos y dejamos guisar tranquilamente a fuego medio hasta que estén blandas. En el momento de servir separaremos en dos fuentes el pescado en una y las papas y el caldo resultante en la otra. En un tazón haremos con un poco de caldo el gofio que no ha de quedar muy duro, es mejor para comer que quede suave, aquí añadiremos el tocino de cerdo cortado en trocitos. Y si se quiere se puede poner un pimienta quemona (de la puta la madre). Para hacer el mojo, que acompaña al pescado y las papas se pone en un mortero cuatro dientes de ajo, un poco de sal y un chorrito de aceite de oliva y un poco de cilantro picado, se machaca muy bien, posteriormente se aclara con mas aceite y si se quiere se añade vinagre.

JOSEFINA DE LA TORRE MILLARES (1907-2002)

Mujer polifacética de la cultura y el arte: escritora, columnista, poetisa, guionista, actriz, soprano y compositora musical.


Nació en 1907 en Las Palmas de Gran Canaria, en el seno de una familia arraigada a la cultura y el arte – ambas ramas, De la Torre y Millares han dado a Canarias ilustres personajes- en cuyo ambiente germinó su vocación marcada en distintas facetas, principalmente en las letras, la música y la interpretación dramática.

Su introductor musical fue su tío, el barítono Néstor de la Torre. Por su parte, de su hermano, Claudio de la Torre, Premio Nacional en Literatura de 1924, recibe un gran impulso. Su participación, desde corta edad, en un teatro de propiedad familiar, donde agudiza sus dotes interpretativas.

A los siete años comienza a escribir, publicando sus primeros versos en revistas especializadas desde 1920; año en que parte a Madrid, en 1927 publicó su primer libro de poemas “Versos y Estampas”. En esta época, vive en Madrid y se relaciona con Pedro Salinas (“su maestro”), García Lorca, Alberti; perteneciendo al movimiento poético de la Generación del 27. También escribió novelas cortas firmadas con el seudónimo de Laura Cominges. Su obra poética es breve y se pueden destacar “Poemas de la Isla” (1930), “Marzo Incompleto” (1969) y, su último libro “Medida del Tiempo” (1989). Sus poemas se encuentran bastante dispersos en diferentes revistas que fueron apareciendo. Se le considera la “última voz viva del 27”.

Su faceta musical encuentra el primer escenario en la Residencia de Estudiantes donde debuta en 1936 como soprano. Le seguirían el Lyceum Femenino, el Club Medina, el Instituto San Isidro o la Orquesta Sinfónica de Madrid. Compuso partituras como Puerto de Mar.

Después de la Guerra Civil, de nuevo en Madrid, se dedica al teatro siendo actriz de la Compañía María Guerrero. Llegó a fundar su propia compañía y cuyo trabajo alterna con el cinematográfico; doblando la voz de, Marlene Dietrich o Martine Carol. También participa como actriz en películas como “El camino del amor”, a la vez, que elabora guiones cinematográficos; en su inicio, acompañada de su hermano Claudio. En el ámbito del celuloide, destacó más como guionista que como actriz. Su última aparición tuvo lugar en la serie Anillos de Oro de TVE (1983).

Fallece en Madrid en el año 2002.


Fuentes:
http://www.edicionesidea.com/aplicacion/autores/ver.asp?ID=276

http://es.wikipedia.org/wiki/Josefina_de_la_Torre

http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12604627559044844198624/index.htm

EUGENIO EGEA MOLINA

martes, 20 de noviembre de 2007

BREVISIMOS RETAZOS DE HISTORIA

-Pedro de Lugo (segundo Adelantado de Tenerife) obtuvo una capitulación para poblar Sta. Marta (Colombia)y gobernarla en 1535.Para este fin lleva familias canarias y al lugar le llama Sta. Marta en recuerdo de Sta. Marta de Ostigueira (Galicia).

-D. Miguel y D. Alonso López ,hijos de Lope Daya Gallego (conquistador de Tenerife) tomaron parte en la conquista de Río de la Plata.

-Los buques "Nuestra Sra. de la Soledad" y "Santiago" llevaron a 70 familias canarias a la Florida y fundaron San Agustin.

-En 1778 se intentó poblar Louisina con 4.000 canarios

-50 familias de canarios fueron llevados al actual Uruguay fundando Montevideo

HISTORIA DE MUJERES EMIGRANTES

CRISTINA LÓPEZ-TREJO DÍAZ
La emigración canaria constituye una de las facetas más destacadas en la historia insular. La significada aportación de los habitantes de Canarias al acervo sociocultural de las tierras americanas queda fuera de toda duda, pues varias generaciones de isleños cruzaron el Atlántico rumbo a América. Este desplazamiento secular y su integración en los diferentes países receptores constituyó un elemento importante en la configuración social canario-americana.
Las mujeres conformaron también un grupo migratorio importante, sin embargo, la historiografía ha desestimado la emigración femenina, aunque ocupó un papel especial y desempeñó un mito entre las mujeres que sufrían las penurias económicas de la época. Se trataba de mujeres jóvenes, en su mayoría solteras que buscaban un acomodo y un bienestar que no les ofrecía su tierra. En general, se trataba de personas con capacidad laboral plena.
El bajo nivel cultural y su origen humilde caracterizaban su status social, marchaban para probar suerte con el deseo de mejorar sus condiciones socioeconómicas.

Éxodo de isleñas
Según informa las estadística de emigrados con especificaciones del sexo, para el siglo XIX, de un total de 23.592 personas, 6.880 eran mujeres y 16.712 eran hombres. Tales cifras representaban un 29.16 por ciento de mujeres frente a un 70.83 por ciento de hombres.
Aunque el número de emigrados fue significativamente superior a las emigradas y numéricamente la emigración masculina equivalía a más del doble de la femenina, si se compara con la emigración de la España peninsular o con la de otros países de tradición migratoria resulta bastante elocuente el éxodo de las Canarias. Especialmente si tenemos en cuenta que para el caso cubano hubo migraciones exclusivamente masculinas, como fue el caso del pueblo chino.
Asi por ejemplo, entre 1818 - 1839 de un total de emigrantes de 21.184, el número de mujeres fue 5.971, lo cual representaba el 28,18 por ciento. Entre 1832 - 1845 la salida de mujeres con destino a Venezuela, representó el 36,54 por ciento del total de los adultos emigrados. El caso de Uruguay entre 1840 - 1844 supuso el 41,3%.
Asimismo la presencia de mujeres isleñas en Cuba ascendió en los años 1846 y 1860 según reflejaron los censos cubanos.
También hubo emigración clandestina femenina, que burlando los controles oficiales llegaban de manera ilegal a los países hispanoamericanos. La participación femenina se incrementó a lo largo del siglo; igualmente, aumentaron los grupos familiares donde, indudablemente, la presencia de las mujeres era un hecho. En cuanto a su nivel cultural, las mujeres ofrecen un porcentaje más alto de analfabetismo que los hombres, con lo cual queda patente el alto saldo de analfabetismo femenino.
El perfil cualitativo de las isleñas que emigran para América revela un alto porcentaje de iletradas. Se trata de población adulta que nunca asistió a la escuela primaria, que participó poco en ella o estuvo mal escolarizada. La emigrante no marcha para mejorar su condición cultural, sino buscando una salida socioeconómica, intentando superar el mal endémico de crisis agrícolas continuadas y las escasas expectativas que le ofrece su terruño.

Tráfico de Mujeres Canarias
Las isleñas, ilusionadas con la esperanza de alcanzar la posición socioeconómica que su tierra natal le negaba, eran víctimas de las especulaciones de quienes se dedicaban al tráfico del género humano. En efecto, resultó un lucrativo negocio trasladar mujeres canarias a Cuba, pues muchas fueron engañadas por la compañías de embarque, ofreciéndoles falsas expectativas laborales.
En ocasiones, ante las escasas alternativas laborales, la mujer isleña de forma voluntaria trabajaba como prostituta. Es cierto que la mayor parte de las veces por engaño y las menos por su propio consentimiento, las isleñas eran destinadas a la prostitución. Además muchas de ellas fueron vendidas como esclavas, subastadas como mercancía, en el muelle de la habana y destinadas a los prostíbulos tanto de la capital como del interior, con lo cual se practicó la trata de blancas.
En 1855 el secretario de la Junta de Fomento de La Habana denunció que "se ven muchachas que ni noción tienen de sus deberes religiosos y que, según todas las apariencias, darían nuevo alimento a la prostitución de Canarias tan abundante es estas islas".
La contratación de mano de obra isleña era rentable. La explotación de las mujeres canarias como prostitutas en Cuba se podría considerar un sector de ocupación fundamental en el siglo XIX y en primeras décadas del XX. En 1855 estaban registradas en la Habana 200 casas de prostitución con un total de 651 meretrices, el 90% mujeres de color, extranjeras, peninsulares y canarias. Así lo confirma el historiador Hugh Thomas, indicando que en los burdeles en la Habana trabajaban muchas mujeres canarias.
Sin duda, el tráfico de mujeres canarias y su explotación sexual en América fue una realidad, siendo víctimas de las especulaciones del género humano. No obstante, otras mujeres a través de la emigración mejoraron su situación socioeconómica. El esfuerzo laboral y la capacidad de ahorro se tradujo en un aumento del nivel adquisitivo y por lo tanto en un ascenso en el grado socioeconómico. Así superaban el estadio de pobreza y miseria que generó la crisis económica en la que se vio inmersa Canarias, pero raras veces se refleja en el incremento del nivel cultural.


lunes, 19 de noviembre de 2007

TARTA DE CHOCOLATE CON PLATANOS


Ingredientes 1- Paquete de chocolate Tirma (cacao en polvo). 2 litros- Leche 4- Plátanos maduros. 2- Naranjas 2 paquetes de galletas maría (en cada paquete traen 4 filas) Azúcar Gofio
1. Chocolate: Se pone la leche a calentar en un caldero y se introduce el cacao poco a poco, mientras lo vamos revolviendo, así hasta cuando hierva y seguimos revolviendo cinco minutos más. Apagamos el fuego.
2. Crema de plátano: En un cuenco grande, se escachan los plátanos con el zumo de dos naranjas exprimidas, se introducen 4 cucharas de azúcar y 2 de Gofio (el que más te guste). Se mezcla todo hasta crear una masa no muy pastosa (si ha quedado así añadir más zumo de naranja).
3. En una bandeja vamos poniendo las galletas maría que previamente mojamos un poquito con leche y canela. No las mojen mucho que se parten! vamos formando una base de galletas y cuando hayamos cubierto toda la superficie, añadimos el chocolate con una cuchara y cubrimos la primera base.
Después volvemos a construir otra base de galletas encima de la de chocolate y cuando hayamos cubierto todo el espacio, añadimos la crema de plátanos encima de las galletas. Y para finalizar, hacemos otra base de galletas y la cubrimos con otra tirada de chocolate. Y espero que les guste! Canela


Receta facilitada por Norma Gómez León

BIZCOCHON/QUEQUE DE GOFIO DE MAZO
La Palma

ingredientes

5 huevos.
200 gr. de gofio de trigo.
1 puñadito de pasas sin pipas.
1 puñadito de
nueces troceadas.
1 chorrito de
Marie Brizard (licor de anís).
70 ml. de aceite de girasol.
200 ml. de lech
e.
200 gr. de azúcar.
Ralladura de limón.
Canela.
Matalahúva (anís)
3 cucharaditas de polvos Royal.

Azúcar glas

procedimiento

Se baten las yemas junto con el azúcar, el aceite, la leche, la canela, las pasas, las nueces, la matalahúva y la ralladura de limón. Se añaden el gofio de trigo y los polvos Royal.

Se montan las claras a punto de nieve y se añaden a la masa anterior.

Se vierte en un molde previamente enmantecado y al horno a 180º aproximadamnet 45 min.

Al sacar del molde, opcionalmente, espolvorear con azúcar glas.

BREVE RETAZO SOBRE LA EMIGRACIÓN CANARIA

Poco tiempo después de la conquista de Canarias, el gobierno de Castilla y la Corona favorecen y subvencionan la emigración de canarios para la colonización y doblamiento de América. Se envían colonos con el fin de establecerse y fundar con sus familias una serie de localidades que experimentaban más despoblación como las islas del Caribe.
A la isla de Sto. Domingo se enviaron familias de agricultores , incluso con acopio de aperos de labranza y materiales para la edificación de viviendas. En 1545 se obliga a Francisco de Mesa a fundar un pueblo en el lugar de Monte Cristo, de la isla de La Española, con 30 vecinos casados en las Islas Canarias .
En 1659, para evitar la pérdida de Jamaica el rey envía barcos cargados de peninsulares y canarios para reforzar la población de súbditos reales.
En el siglo XVIII los canarios ya no son enviados para sustituir una población que ha desaparecido. Ahora emigran con otra finalidad, la de fundar nuevos pueblos y ciudades o bien para evitar el avance humano y político de países extranjeros. De esta forma llegan a Sto. Domingo, Puerto Rico, Texas, Luisiana, Campeche (México) Cumaná (Venezuela).

CRISTINA LÓPEZ DÍAZ

sábado, 17 de noviembre de 2007

FUNDACIÓN DE S. ANTONIO DE TEXAS POR CANARIOS

CRISTINA LÓPEZ-TREJO DÍAZ

En el siglo XVIII el Archipiélago Canario sufre una espectacular emigración a América. A esto contribuyó el hecho de que de 1720 a 1730, y especialmente en el año 21, se produjera la crisis agraria más profunda. Se hizo necesario destinar las tierras de viñedos al cultivo de cereales y roturar tierras de monte. Los antecedentes de esta crisis los podemos encontrar ya en el siglo XVII, como consecuencia de la extensiva especialización de la economía canaria sobre el vino. En este sentido, el primer síntoma del derrumbamiento del vino es la progresiva pérdida de mercados. De 1620 a 1630, debido a la aprobación de un reglamento que impide el comercio del vino a sus colonias americanas el producto canario tendrá que buscar otros mercados en las colonias portuguesas, pero esta solución no duró mucho tiempo porque en 1640 la Corona portuguesa deja de pertenecer a España y con ella sus colonias. Las malas relaciones con España van a cerrar este mercado. Se sigue comerciando hacia Europa con un canal único de distribución a través de los ingleses, pero como las relaciones entre España e Inglaterra son inestables la comercialización del producto se agrava aún más. De 1684 a 1688 se produce el derrumbe progresivo del mercado que quedó reducido al control inglés. Se complican las relaciones con Inglaterra y se finaliza el comercio también en este mercado. El vino canario tenía un alto precio debido a su gran calidad y los ingleses comienzan a comprar el de Portugal y Madeira que era más barato, por lo que disminuye la compra del vino canario produciéndose un stock en los puertos. Esto, junto con el destino exclusivo de las tierras a la producción del vino contribuyó a su derrumbe. Por todo ello, paralelamente a los productos centrales de exportación se desarrolla una economía de subsistencia basada en el cereal. Las instituciones, y fundamentalmente las locales hacen hincapié en la construcción de pósitos, que eran lugares en los que se almacenaba el cereal que ingresaba el Cabildo proveniente de sus rentas o de la compra. Ese cereal sería utilizado para situaciones de crisis en las que el Cabildo actuaría de prestamista a bajo interés, pero la realidad era que esos pósitos eran utilizados con fines corruptos. La situación se agrava porque las malas cosechas(sequías, inundaciones) hacen que la producción no sea suficiente ni siquiera para alimentar a la población. Por lo que a Corona se vio obligada a exportar 250.000 fanegas de trigo libre de aranceles. Esta situación es más grave en las islas orientales debido a que estaban especializadas en un solo producto. El hambre y la mortalidad obliga a la población a emigrar, pero no sólo a América sino también a otras islas, sobre todo a Tenerife y Gran Canaria, agravando la situación de estas islas centrales.
La situación en Canarias era de tal penuria y hambruna que favoreció la emigración, y todas estas familias se vieron envueltas en una aventura que dejaba atrás sus vidas y su tierra. En 1729 un Real Despacho dirigido al Juez de Comercio de Indias en Canarias el Rey le hace constar la preocupación por un posible ataque a Texas desde la Lousiana Francesa tal y como le había comunicado el Marqués San Miguel de Aguayo. De esta manera se hacía necesario para mantener esta provincia, una de las más ricas y valiosas de América por la fertilidad y riqueza del suelo y del subsuelo, el envío de familias para que la poblaran. Deberían ser al menos 400, y serían enviadas en barco a la Habana en grupos de diez u once. Este real despacho ordenaba que se hiciera conocer la voluntad de Felipe V y se tuvieran en consideración a aquellas familias que quisieran de forma voluntaria ir a Cuba. Al recibirlo el Juez de Comercio de Indias en Canarias notifica su contenido a todos los ayuntamientos de las Islas que quisieran aportar familias para poblar las Indias. El primero en contestar fue el de Teguise, y fue Juan Leal Goraz, uno de sus concejales que llegaría a ser el primer Presidente del Cabildo de San Antonio, quien propició que se alistaran siete familias de las diez que iban a emprender el viaje. En total eran: siete familias de Lanzarote, una de la Palma, una de Tenerife y de Gran Canaria una familia y un soltero. A pesar de que la condición inicial era que se enviasen exclusivamente familias se le permitió embarcar a Antonio Rodríguez porque su novia iba en el grupo y además porque se casarían durante el viaje como así fue.
Desde que las familias canarias partieron de Tenerife el 27 de Marzo de 1730 hasta que llegaron a San Antonio transcurrió casi un año, este tiempo entre viajes y estancias lo podemos dividir en tres escalas o momentos: SANTA CRUZ DE TENERIFE-CUBA El Intendente de Comercio con las Indias en Canarias, Don Bartolomé de Casabuena ordenó que se destinara la embarcación "Santísima Trinidad y Nuestra Señora del Rosario" para el viaje desde el puerto de Santa Cruz de Tenerife hasta Veracruz vía la Habana. De las islas restantes llegaron a Tenerife en la balandra "San Telmo". El día 3 de Marzo se hizo la primera visita al navío para ser cargado el día siguiente con víveres y útiles para el viaje. No faltaron en ninguna familia las correspondientes fanegas de gofio. "La partida se prolongó más de lo previsto debido a la mala mar y por verse embarcaciones enemigas", por lo que a las familias les surgieron necesidades al no estar preparadas para una estancia tan larga y tuvieron incluso que gastar parte de la comida que llevaban para el viaje. Cuando solicitaron la ayuda a las autoridades en un primer momento se negaron, pero finalmente se les concedió por decreto. El día 26 de Marzo se cargó el barco con los enseres y partió el 27. La primera impresión que tuvieron estos canarios poco habituados a viajar fue que el barco, en relación con la distancia que iban a recorrer era muy pequeño. Además la travesía no fue precisamente un crucero: primero el desconcierto, luego el pánico, pero a tiempo Juan Leal se impuso al grupo serenándolo en lo que fue la primera muestra de liderazgo que perduraría hasta San Antonio. La tónica general fueron vómitos y mareos a pesar de que el tiempo no estuvo excesivamente virulento, por el contrario soportaron días de calma chicha que hacía que se encresparan los nervios de pasajeros y tripulación. Tuvieron un accidente con la botavara que consiguieron solucionar poco antes de llegar a Cuba. Pero hasta el último momento no estuvieron a salvo porque poco antes de llegar a la "Boca del Morro una turbonada arrojó un torrente de agua sobre los viajeros, y el barco estuvo a punto de perderse". Llegaron a la Habana el 10 de Mayo y fueron recibidos por el Gobernador de la Habana que tenía conocimiento de su llegada por un Despacho que le había enviado el Intendente de Comercio Don Bartolomé de Casabuena. Aquí permanecieron un tiempo, alojados en una fortaleza adaptada para tal fin, les atiende un médico, se les entrega ropa y alimentos. Durante esta estancia se les unen dos canarios que vivían desde hace tiempo en la ciudad. El día 9 de Julio la "Stma. Trinidad y Nuestra Señora del Rosario" pone rumbo a Veracruz. CUBA-VERACRUZ Este trayecto dura 10 días debido a la calma reinante durante el viaje, habiendo transcurrido ya 84 días desde que salieron del puerto de Santa Cruz de Tenerife. En Veracruz fueron recibidos por el Alcalde en nombre del Virrey de Nueva España. El Virrey Don Juan de Acuña Marqués de Casa Fuerte conocía ya la llegada de las familias canarias por medio del Real Despacho de 1729, el cual ordenaba el traslado de las mismas a la zona de Texas aconsejada por el embustero Marqués de San Miguel de Aguayo. Por esto se reúne con el Brigadier Don Pedro Rivera, conocedor de la zona norte y noreste por sus múltiples viajes, y le encarga que estudie la propuesta de Aguayo de llevar a las familias canarias por barco desde Veracruz hasta la Bahía del Espíritu Santo. La respuesta en negativo de Rivera en este sentido fue bastante clara y concisa, ya que por su experiencia sabía que en aquel lugar era imposible llegar y mucho menos sobrevivir. La cosa se complica más si cabe cuando el 14 de ese mismo mes llegan a Cuba dos barcos con 15 familias más y con el mismo destino. Se encuentra entonces el Brigadier con una gran disyuntiva: enviar a todas las familias al lugar señalado con el consiguiente peligro de sus vidas o no acatar la orden del Rey y exponerse a una posible exigencia judicial de responsabilidad. Por otro lado, no tenía la posibilidad de consultar con el Rey de forma inmediata sobre este tema, y tampoco era partidario de llevar a la práctica una frase muy en boga en la época que era "acatar pero no cumplir la decisión real". Finalmente Casa Fuerte decide que las familias que ya estaban en Veracruz siguieran con su destino hasta San Antonio y ordenar al Gobernador de La Habana que permitiera a las 15 familias que habían llegado en esos días instalarse en la ciudad. El gobernador no tuvo ninguna objeción, porque desde un principio él mismo había propuesto que se quedaran y contribuyeran así al poblamiento de La Habana. De manera que las familias se acomodaron en la Hacienda de Sacataondo. Por otro lado, y debido a todos estos acontecimientos, el Virrey pudo descubrir el engaño del Marqués de Aguayo al Rey, y demostrarle a Felipe V que todas las hazañas de las que Aguayo se jactaba eran mentiras: ni los franceses habían invadido Texas (se trató sólo de un robo que hicieron 7 soldados franceses a los misioneros de Adaes, y que además fueron castigados por su propio capitán), ni él había pacificado la provincia de Coahuila ni mucho menos había defendido frontera alguna, por el contrario había sembrado en toda la zona que gobernaba la desconfianza entre sus habitantes que huyeron en desbandada. Mientras tanto, ajenas a todo esto las familias canarias permanecen en Veracruz durante 13 días. VERACRUZ-SAN ANTONIO Este trayecto no resultó ser para nada lo que esperaban, que era trasladarse en barco, por el contrario el Virrey aconsejado por Rivera había decidido que el viaje se hiciera por tierra. Para ello ordenó al Alcalde de Veracruz que pusiese a disposición de los canarios un guía, Francisco Duval, caballos y también mulas y carretas. Las familias canarias reciben la noticia con preocupación, conociendo los peligros y dificultades con las que podrían encontrarse: asalto de indios, pasar por zonas montañosas, abruptas e inhóspitas, etc. Pasarían de zonas desérticas a altas montañas, con el frío y la nieve. A todas estas dificultades hay que añadir la poca pericia de los canarios a la hora de embridar y aparejar los caballos y mulos, lo que hacía que se perdiera mucho tiempo en esas tareas. El primer objetivo era llegar a Quaticlán, un pueblo al noroeste de la ciudad de México donde se les entregará ropa, herramientas, dinero... Pasaron por Texoco, luego Cholula para llegar a Quaticlán la tarde del 27 de Agosto de 1730, habiendo transcurrido 26 días. Después de lo que habían pasado Quaticlán les resultó un paraíso, y además tuvieron todo tipo de atenciones por parte del Alcalde que les proporcionó durante su estancia comida, casa, ropa, etc. Pero Juan Leal solicita que le den más y mejor transporte y herramientas, para lo que se traslada hasta la ciudad de Méjico a hablar con el Virrey, quien se compromete a proporcionarles más medios para el viaje. Es Pedro Rivera quien propone el lugar donde definitivamente deben asentarse las familias canarias, en contra del informe presentado por Aguayo que era impreciso y poco ajustado a la realidad. El aprovisionamiento previsto concluye el 8 de Noviembre. El recorrido a partir de aquí es el siguiente: "de Quaticlán a Tepexi del Río, Ruano, San Juan del Río, Coyotiyos Chicos, Amascala, Puerto Pinto, Las Carbaneras, San Luís de la Paz, Sauceda de Los Mulatos, Valle de San Francisco, San Luís de Potosí, Las Vocas, a Ediana, El Venado, Laguna Seca, Arroyo Seco, Amatehuala, El Cedral, Pozo Nuevo, Aguadulce, Cieneguilla, a Encarnación, Aguanueva y El Saltillo". No debían desviarse del camino, y acampar siempre a las afueras de los poblados con su consentimiento. Al frente iría una persona que anticiparía la llegada de las familias. Se consideraría desertora a la persona que abandonara la caravana, y como tal sería perseguida y puesta a la disposición de la justicia. Se nombra a Juan Leal y al guía Duval jefes del grupo, responsables de solucionar los problemas que pudieran surgir. Pero a pesar de que el trayecto y las condiciones para el viaje estaban planificadas, después de llevar 2 meses y medio en Quaticlán las familias canarias, que habían vivido las dificultades del camino y oído lo que les esperaba, insistían cada vez con más frecuencia en quedarse. Finalmente se parte el 15 de noviembre para evitar deserciones. Una vez en San Luís de Potosí acamparon y esa misma noche desertaron 4 personas, pero fueron capturadas enseguida y encarceladas en San Luís. Pasaron por numerosos pueblos más, antecedidos siempre por el correo especial del Virrey que se adelantaba para entregar la orden en que se les nombraba " hijos dalgos del solar conocido", así como las instrucciones al Gobernador de Texas o Capitán del Presidio de San Antonio dando las instrucciones para la construcción del Cabildo. Desde el Saltillo hasta San Antonio los peligros aumentaban a medida que se adentraban en el territorio comanche, hacia el noroeste. El primer ataque les sorprendió por la noche al intentar atravesar el Río Grande, pero por suerte no se perdió ninguna vida humana. Llegaron por fin al Presidio de San Antonio al amanecer del 9 de Marzo de 1731, después de ocho meses de caravana y casi un año desde que partieron del puerto de Santa Cruz de Tenerife. Las familias se acomodaron en las casas de los soldados del presidio, en casetas y carros. El Capitán del presidio tenía orden del Virrey de repartir las tierras entre las familias asignándolas a suertes, pero no fue fácil y surgieron muchas disputas por lo que se decidió dejarlo para más adelante y de momento sembrar entre todos una zona roturada ya por los militares y sus familias. Gracias a la cosecha pudieron sobrevivir por su propia cuenta ya que se había agotado la ayuda real. A principios de Julio se comienza con el trazado de las calles para lo que se les entrega a las familias piedras y estacas. Los terrenos se reparten en una zona llana, una especie de meseta, y se delimitan las zonas de pasto. La ciudad se encontraba entre el río de San Antonio y el Arroyo de San Pedro, y antes de que llegaran las familias ya existían en el sitio 5 misiones franciscanas. La más cercana era la de San Antonio Valero que pasará a conocerse hasta nuestros días por el Alamo. Entre esta misión y el presidio de San Antonio fue donde se fundó la ciudad con un gobierno municipal llamado Cabildo.
El día 1 de Agosto de 1731 el Capitán Almazán convoca a los canarios para la constitución del Cabildo, que se llamará Cabildo de San Fernando de Texas. Éste sería el primer gobierno municipal creado en todo Texas, y que estaba compuesto en exclusiva por canarios. Se le dio el nombre de Fernando en honor al hijo de Felipe V. La administración local que se constituyó se correspondía con la estructura o modelo que se daba en España y que se había implantado en el Archipiélago Canario. Se eligieron 6 regidores, 1 escribano, 1 mayordomo, 2 alcaldes ordinarios, todos ellos cargos a perpetuidad. El Regidor es quien encarna el poder municipal, es el encargado de organizar todo el entramado legislativo a través de las ordenanzas; el Escribano es una especie de secretario, responsable de levantar actas, organizar cesiones; el Mayordomo organiza los bienes y rentas del Cabildo; y el Alcalde Ordinario administra justicia. Como primer Regidor y Presidente del Cabildo de San Antonio se nombra a Juan Leal, quien desde que salieron de Lanzarote se había convertido en el líder del grupo. Juan en su discurso de toma de posesión reclamó al Capitán Almázar unos caballos que habían sido requisados a los canarios, y este será sólo el comienzo de las disputas que serán la tónica general durante más de medio siglo entre los canarios, los militares del Presidio de San Antonio y la Misión de franciscanos que desde el otro lado del río siempre habían intentado que los canarios no fundaran una ciudad y compitieran con ellos en la producción agrícola y ganadera que explotaban con la ayuda de esclavos indios. Los misioneros pretendían que los canarios fueran repartidos por todas las misiones pero Juan Leal y el resto de componentes del cabildo tenían claro que la orden real era fundar una cuidad. Es por esto por lo que Juan se traslada hasta Méjico para hablar con el Virrey Casa fuerte para que éste diera las órdenes oportunas al Capitán Almázar y reconociera al Cabildo recién fundado como máximo poder civil de San Antonio. También para que le diera las instrucciones necesarias de cómo debe funcionar el Cabildo. El Virrey, nuevamente asesorado por el Brigadier Rivera envía órdenes claras al Capitán del presidio para que respetara y reconociera la voluntad del Cabildo. Con la Misión de San Antonio también tuvieron problemas en relación con el aprovechamiento del agua del río. En principio los misioneros no querían que los canarios usaran el agua, pero la intervención del Virrey resolvió a favor de los segundos. Pero sin embargo los misioneros contrataron de inmediato al único especialista en construcción de acequias que tenían los canarios, Antonio Rodríguez Medero. De manera que aunque los canarios tenían permiso para utilizar el agua del río no podían hacerlo. Sólo cuando se terminó la acequia de la Misión en 1732 denominada Acequia de la Concepción, Antonio Rodríguez comenzó a construir la de San Pedro que regaría los terrenos de las familias canarias. Se acabó de construir en 1741, y Antonio Rodríguez Maderos fue nombrado Presidente del Cabildo. En 1738 se decidió por el cabildo la construcción de una iglesia en honor a la Virgen de la Candelaria, que fue motivo de muchos conflictos. El Cabildo de San Antonio fue gobernado por canarios hasta la invasión por los anglosajones que desde la segunda mitad del siglo XVIII fueron invadiendo paulatinamente toda esta zona.
 

POTAJE DE LENTEJAS Y CASTAÑAS

La Palma

ingredientes
- ½ Kg lentejas
- Unas veinte castañas
- Cebolla
-Tomate
- Sal
- Clavo
- Pimienta negra en granos

procedimiento
Se guisan las lentejas y las castañas peladas -para medio kilo de lentejas una veintena de castañas- en agua que se asustará tres veces al menos. Mientras se hacen, se prepara una fritura de cebolla y tomate pelado y sin semillas bien picado. Y en un mortero se majan sal, dos clavos de olor y tres granos de pimienta negra. Se echan en el caldero de las lentejas primero el majado y después la fritura. Es recomendable dejar a fuego muy lento unos diez minutos más.