domingo, 13 de enero de 2008

CHERNE ENCEBOLLADO

Ingredientes (4 personas):
1.200 gr. de cherne salado (se puede sustituir por mero), 1 Kg. de tomates, 4 cebollas, 2 pimientos, 4 dientes de ajo, ½ l de aceite de oliva, vino blanco, harina y sal.

Preparación
Troceamos el cherne y lo introducimos en agua para desalarlo, manteniéndo
lo así unas 10 horas, cambiando el agua tres o cuatro veces.
Hacemos una fritura en una sartén, con poco aceite, poniendo los ajos en láminas, los pimientos y las cebollas picadas. Triturar los tomates e incorporarlos a la fritura, dejándolos sin pipas. Se agrega el vino blanco y lo dejamos un tiempito al fuego.
El cherne lo pasamos por harina y lo freímos; luego le damos un hervor junto a la salsa anterior.
Presentar el cherne en una fuente acompañado de las papas arrugas. Éstas son guarnición habitual en muchas recetas canarias, y normalmente se sirven con mojo verde.

Y a disfrutar de un sabroso plato.

jueves, 10 de enero de 2008

PALABRAS ABORIGENES EN EL HABLA CANARIA

Los aborígenes o indígenas (dado que entre ambos términos no hay consenso, los utilizaremos indistintamente) que poblaron las islas Canarias procedían de diferentes tribus amazigh de varios puntos del Norte de África que llegaron al archipiélago en diversas oleadas y momentos (aproximadamente, 500 a.e.-200 d.e.).
Tomaron distintos nombres según las islas en que vivían. Entre ellos, aunque con un tronco común, mantenían distintos dialectos/lenguas y variaciones socio culturales; y, al parecer entre los habitantes de las diferentes islas no hubo comunicación.


Por extensión, se ha llamado guanches (naturales de A/Chinet -Tenerife-) que eran los que poblaban la isla de Tenerife, a todos los aborígenes del resto de las islas. No obstante, en cada isla tenían su propio gentilicio, teniendo cada una de ellas sus peculiaridades lingüísticas y culturales debido a distintos momentos de llegada, pertenencias a diferentes tribus norteafricanas y una inexistente comunicación interinsular.
Los nombres de los indígenas de cada isla, eran los siguientes:
- Fuerteventura y Lanzarote: majos
- La Palma: benahoritas o auritas (de Benahoare, nombre de la isla y tribu amazigh beni-haurita)
- El Hierro: bimbaches
-- La Gomera: gomeros
- Tenerife: guanches
- Gran Canaria: canariis/antiguos canarios.
Existen palabras que han pervivido y permanecen en el habla isleña. De la generalización a los aborígenes como guanches, a estas palabras se les denomina guanchismos. Estas se relacionan con la forma de vida y naturaleza, toponimia y nombres propios de estos primeros pobladores.
a) Entre los vocablos relacionados el modo de vida indígena, apegada a la naturaleza, podemos encontrarnos con la siguiente muestra de palabras en el habla canaria:
- Baifo/a: cría de la cabra; cabrito.
- Beleté/n: primera leche (Gran Canaria)
- Beñesmen: encuentros culturales, lúdico y deportivos
- Emulan: mantequilla (El Hierro y la Gomera)
- Gánigo: vasija de barro
- Gofio: Especie de harina hecha de millo (maíz), trigo o cebada.
- Guirre: buitre o alimoche autóctono. Figuradamente, flaco
- Goro: círculo de piedra; corral para el ganado.
- Jaira: cabra
- Mocán: tipo de árbol del que se obtenía un líquido especie de miel.
- Oche: grasa o manteca (Tenerife)
- Perenquén/perinqué: tipo de salamanquesa de las islas.
- Tabaiba: planta
- Tagoror: reunión, asamblea o consejo (referido a personas o lugar de celebración).
- Tamarco: vestimenta usada por los aborígenes hecho de pieles de cabras muy curtidas.
- Tafor: primera leche (Tenerife)
- Tajaraste: baile tradicional de las islas
- Tajinaste: planta autóctona
- Tenique: piedra relativamente grande.
- Verode: planta autóctona.
b) Respecto a los nombres de lugares (toponímicos) se encuentra la mayor riqueza de palabras provenientes de los antiguos pobladores.
La mayoría de los pueblos y localidades de las islas mantienen su nombre indígena; teniendo en cuenta la traslación y evolución fonética En el caso concreto de Teror: la primera transcripción fue Aterura, que derivó más tarde en Terore/Terori y, por último, en el actual Teror.
Seleccionamos algunas toponimias y llamamos la atención en que mayoritariamente comienzan por la letra “A” o la sílaba “TA” (HERNÁNDEZ, P., 2006):
- Inicio en
Acentejo (Tenerife), Aceró (La Palma), Aguayro (Gran Canaria), Amuley (Fuerteventura), Agache (Lanzarote), Agando (La Gomera), Afosa (El Hierro).
- Comienzo con “TA”:
Tamaduste (El Hierro), Tafira (Gran Canaria), Taburiente (La Palma), Tamasite (Fuerteventura), Tacoronte (Tenerife), Tahiche (Lanzarote).
- Otros: Guayadeque (Gran Canaria), Guajara (Tenerife), Tuineje (Fuerteventura)…
c) Mucho de los nombres propios que llevan los actuales canarios, como: Jonay, Acerina, Echedey, Airam, Guayarmina, Armiche, Tanausú, Dácil, Teguise, Rayco, Arminda, Adargoma, Ayose, Yaisa, Armiche, Agoney, Gara, Bentejuí, Guayarmina, Doramas, Fayna, Yeray, Nayra, Aitami, Chaxiraxi, Guacimara, Aday, Tinguaro, Teguise, Aridane, Bencomo…


REFERENCIA:
- HERNÁNDEZ, P. Conocer Canarias. Tafor Publicaciones. La Laguna (Tenerife)
ILUSTRACIÓN: 
Fotograma de la película documental del Parque Arqueológico de la Cueva Pintada (Gáldar, Gran Canaria)

ENLACES RELACIONADOS:
 



martes, 8 de enero de 2008

LANZAROTE

Lanzarote se encuentra a 140 kilómetros de la costa africana.Cuenta con siete municipios:
ARRECIFE

La historia de Arrecife está íntimamente ligada al de su puerto, ya que desde sus primeros moradores hasta los actuales, han vivido en gran medida de y para el mar. En 1477, las naves de Diego de Herrera avituallan y cargan materiales en este lugar.

Se construye un castillo que defendiese la ciudad de los continuos ataques piráticos; En 1574 se comienza a edificar el de San Gabriel, complementando su sistema defensivo en 1599, bajo la dirección del ingeniero Leonardo Torriani.

Ya en el siglo XVIII, 1771, se erige el Castillo de San José. Con estas dos fortificaciones se garantizaba la defensa de la localidad y, por consiguiente, de su comercio.

HARÍA

El municipio de Haría, como todos los de la isla de Lanzarote, ha tenido un triste pasado, basado en la miseria, la esclavitud y, más tarde, la emigración en busca del sustento familiar .

Por desdicha se desconoce hasta el nombre con que los nativos denominaban a nuestros poblados más antiguos en la época prehispánica; fueron los conquistadores quienes dieron a cada pueblo o paraje los nombres que les resultaban más significativos; actualmente sólo se conservan unos pocos de los primitivos.

Se considera que el nombre de la capital municipal, Haría, fue en tiempos de la conquista Faría, que luego fue degenerando hasta el punto que en el diccionario Teberitese le adjudica seis denominaciones: Haría, Aria, Faria, Haria, Hária y Harya.

Tuvo iglesia desde 1619, aunque un golpe de viento arruinó la edificación en 1956, dejando en pie sólo la torre.

También como los restantes municipios lanzaroteños, fue víctima de muchos ataques y piraterías, destacando el de 1618, cuando habitantes de Teguise vinieron a refugiarse en la Cueva de los Verdes, siendo traicionados; o el que, según Leoncio Rodríguez, destruyó gran parte del hermoso palmeral que enorgullece a la localidad (Gregorio Barreto Viñoly).

SAN BARTOLOMÉ

La antigua Ajei de los aborígenes vincula su historia al jable ya la familia Guerra.

Ya don Baltasar Perdomo, cura de la localidad, nos explica cómo la arena voladora hizo cambiar de emplazamiento al pueblo, pues muchas de sus casas, como las de los señores Carrasco, González, Ferrer y Tejera estaban tocadas por las arenas que las arruinaron.

El otro vínculo de la historia local es la familia Guerra, concretamente desde la segunda mitad del siglo XVIII, con el Mayor Guerra, don Francisco Guerra Clavijo y Perdomo, Teniente Coronel y Jefe del Regimiento Provincial de Milicias de Lanzarote, Alguacil Mayor y Decano del Ayuntamiento de San Bartolomé. Detentó autoridad en las funciones gubernativas, ejerció la administración de justicia en toda la isla. Llegó a establecer el fuero de Guerra, por el que se permitió cobrar algunos impuestos.

El fundador de la iglesia de San Bartolomé fue don Cayetano Guerra Clavijo y Perdomo. El 20 de abril de 1787, él y su hermano Francisco, so- licitan la erección de la parroquia, unida a la de Tías. Comienza su andadura como tal parroquia el 2 de abril de 1796.

Los descendientes de la familia Guerra jugaron destacados papeles en los principales acontecimientos históricos como la llamada Guerra Chica.

Como ayuntamiento comienza a funcionar San Bartolomé en el primer tercio del siglo XIX.

TEGUISE
E
s difícil resumir en unas pocas líneas la vasta y dilatada historia de la Real Villa de Teguise, uno de los lugares más antiguos de las islas que conserva casi intacto el sabor y la parsimonia del paso de los siglos.

Se levanta en las inmediaciones de lo que fue la prehispánica aldea de Acatife. Su fundación data de principios del siglo XV: en ella residió Maciot de Bethencourt con la princesa Teguise, hija del rey Guadarfía.

Fue capital insular y sede del marquesado de Lanzarote, instituido por Agustín de Herrera; contó con creciente población, lo que atrajo a numerosos piratas que arrasaron e incendiaron muchas de sus edificaciones en diversas oportunidades. El Callejón de la Sangre recuerda constante- mente una de las matanzas ocurridas en la Villa; en tales ocasiones, el Castillo de Guanapay, una vez construido, y la Cueva de los Verdes eran los refugios a que recurrían sus habitantes.

Hay registros parroquiales del siglo XVI que hablan de la antigüedad de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe; y en Teguise se fundan conventos de franciscanos y dominicos, que levantaron sus paredes cerca de las casonas señoriales.

En el siglo XIX Arrecife pasa a ocupar la capitalidad que ostentara Teguise.

TIAS

El núcleo de este municipio se formó inicialmente en torno a las casas de los hacendados que, durante el Antiguo Régimen, dominaban la zona. Fueron ellos los que dejaron sus nombres en la toponimia.

La familia que da nombre al lugar es la de Fajardo; concretamente dos matronas del antiguo señorío: doña Francisca y doña Hernán, solteras, emparentadas con el Gobernador de Gran Canaria Alonso Fajardo. El apellido Molina fue la base de otro núcleo próximo, así como el de Robayna; hoy estos tres grupos forman un solo lugar, el de Tías de Fajardo, habiéndose olvidado en la actualidad el apellido.

Según Millares Torres, la parroquia, bajo la advocación de Nuestra Señora de Candelaria, fue erigida como tal en 1796, cuando se segregó de la de San Bartolomé. El templo se había intentado edificar en 1618, aunque fue en 1796 cuando se levantó en otro lugar, siendo restaurado por el obispo Urquinaona en 1872.

Singular importancia en la historia municipal tuvo La Tiñosa, puerto natural de especial relieve en los años de esplendor de la barrilla, en el siglo XVIII.

Tías obtuvo su independencia administrativa el 5 de julio de 1799, creando su ayuntamiento segregado del de Teguise.

TINAJO

Hacia 1650, Tinajo era únicamente un pueble- cito muy pobre. La legendaria Ana Viciosa, esposa del gobernador Juan de León Moxica, señora de Montaña Clara, por concesión del Marqués de Lanzarote, dominaba prácticamente a los pocos habitantes de la localidad, escasamente un centenar.

La ermita dedicada a San Roque ya figura en 1679, aunque fue ampliada en 1738. El obispo don Antonio Tavira y Almazán la elevó a la categoría de segunda parroquia en junio de 1792.

Es a principios del siglo XIX cuando este municipio inicia lentamente sus primeros pasos hacia la civilización y el progreso. Hasta ese tiempo sus tierras habían sido eriales de pasto.

También a principios de dicha centuria, el 26 de enero de 1802, adquiere Tinajo su independencia municipal.

Amenazado repetidamente por las erupciones volcánicas que sufriera la Isla, las corrientes de lava se desviaron sin dañarlo. Por la protección recibida de la Virgen de los Dolores durante la erupción de 1730 a 1736, se levantó en Mancha Blanca el Santuario de la Virgen de los Volcanes, de gran devoción en toda la Isla.

YAIZA

Según Madoz, en su célebre Diccionario, la iglesia de Los Remedios fue fundada en 1640, aunque Agustín de la Hoz la pospone 1a fecha hasta veinte años más tarde; se erigió en parroquia en septiembre de 1728.

Tras la reforma administrativa de 1766, comienza la configuración del mapa administrativo de Lanzarote; junto a Teguise, capital y sede del Cabildo, hay elecciones de empleos públicos en varios puntos, entre los que figura Yaiza.

Tras la incorporación a este municipio del de Femés, en 1952, es obligado referirse a los hechos históricos acaecidos en este territorio.

En él se encontraba la ciudad de Rubicón, que fuera sede episcopal, la primera de Canarias, hasta su traslado a la isla de Gran Canaria. Por estas tierras desembarcó Juan de Béthencourt y con él Gadifer de La Salle.

También aquí se levantó el castillo llamado de Las Coloradas o torre del Aguila. Y aquí se encuentra la localidad de Femés, una de las aldeas más remotas de las islas, pues entró en la historia en el siglo XV. Su parroquia está consagrada a San Marcial, patrono de Lanzarote; fue erigida como tal, según Millares Torres, por el obispo Verdugo, en julio de 1818.

CRISTINA LÓPEZ DÍAZ


LOLITA PLUMA (1904-1987)

EUGENIO EGEA MOLINA

Personaje popular ligado al Parque de Sta. Catalina, símbolo de la libertad y la decrepitud, atracción y musa del turismo, así como protectora y amante de los animales.
Entrañable y querida por todos.

Tuvo por nombre el de Mª Dolores Rivero Hernández, llegó a este mundo el 4 de marzo 1904, accidentalmente en La Isleta, pues su familia procedía de Arucas.
Sin embargo, este nombre no dice nada. Llevó con orgullo, y más que dignidad, el de un personaje querido, misterioso y entrañable de nuestra ciudad: Lolita Pluma, “nuestra Lolita Pluma”.
Personaje, donde los haya: exponente del surrealismo y el esperpento inclaniano, musa involuntaria y Señora con corte del Parque Sta. Catalina y sus aledaños.
Estaba marcada por la decrepitud y la humanidad; rodeada de una aureola de incertidumbre y misterio que no podía pasar desapercibida.
Sus orígenes daban paso a las más pintorescas y variadas leyendas acerca de su origen o de su situación: proveniente de familia acaudalada que no entendió de sus enamoramientos, abandonada por un hombre que la sumió en un mal de amores, su renuncia a los bienes materiales…
Vestía de forma estrafalaria y extravagante, con el pelo lleno de cintas de colores, su cara pintada en exceso con carmín rojo chillón en su boca y mejillas, ojos trazados con largas rayas, traslucía en su sonrisa sus encías sonrosadas sin diente alguno.
En sí misma, se convirtió en una atracción que no pasaba desapercibida. Era una mezcla de libertad, decadencia y humanidad. Vivió un momento en que era imposible ser diferente y no seguir las normas. Sus múltiples arrugas en la piel, dibujadas por el dolor y el pesar, se negaba a esconderlas.
Inseparable del Parque de Sta. Catalina, Catalina Park del apogeo del turismo en Las Palmas de Gran Canaria, por donde transitaba acompañada de sus verdaderos y fieles amigos: los gatos. Por ahí paseaba vendiendo chicles y fotografiándose por los turistas que la inmortalizaron por todo el mundo.
Murió el 21 de febrero de 1987, en el Hospital Insular de Gran Canaria.
Una escultura, en el parque santa Catalina, la recuerda y traspasa el tiempo.
Nuestro cantante Braulio la inmortalizó en una canción:
Por el Santa Catalina / ella va de esquina a esquina / como una reina en su corte / atendiendo al personal / y encendiendo fantasías por el lugar.


lunes, 7 de enero de 2008

ALEJANDRO HIDALGO ROMERO

Alejandro Hidalgo Romero nació en Agüimes (Gran Canaria) en 1851.

Alcanzó su fortuna en el comercio de la caña de azúcar entre Canarias y Cuba, invirtiendo sus ahorros en la agricultura.

Posteriormente fue Jefe del Partido Liberal y Alcalde de Moya é hijo adoptivo de este Pueblo por la provechosa labor que llevó a cabo a su favor al frente del Municipio. Surgió entonces su primera inclinación, la educadora, y creó por ello a sus expensas la Fundación de las Escuelas Profesionales Salesianas, en la cual se veía el orden práctico de su, al mismo tiempo que su altruismo.

En ellas se educaron numerosos niños de esa ciudad y de los campos. También otorga donación a Agüimes de solares para edificar grupos escolares, en el espacio que ocupaba el antiguo convento de Santo Domingo, en aquella Villa.

Creó doce becas perpetuas, seis para Agüimes y seis para Moya. Hoy en día se siguen otorgando becas de estudio para los huérfanos y vecinos de ambos Municipios que pertenezcan a familias de escasos recursos económicos.

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria le nombró Hijo Ilustre de la Ciudad ,el Gobierno del reino le concedió la Gran Cruz de Beneficencia y el Ayuntamiento de Agüimes le nombró Hijo Predilecto

Falleció en 1930 a los 79 años.

CRISTINA LÓPEZ DÍAZ


HOTEL STA. BRÍGIDA

En 1897 un acaudalado turista llamado Alarico Delmar, decidió construir en el Monte Lentiscal, un gran hotel convencido por el futuro turístico de la zona. Por ese entonces, los ingleses solían acercarse a dicha zona para disfrutar de un descanso. Delmar construyó un centro alojativo, próximo a otro centro hotelero propiedad de Alan Quiney, donde cuidó hasta los más mínimos detalles y supervisó directamente las obras para, en pocos meses, comenzar a funcionar como Hotel Santa Brígida. Años después, el Hotel pasó a manos del industrial alemán Otto Netxer, que conservó los jardines e instalaciones donde desde sus inicios se celebraron banquetes, homenajes y actos sociales para los huéspedes del lugar y turistas que allí se alojaron.

En 1914 se produjo un incendio que arrasó gran parte de su estructura aunque no afectó a sus jardines que siguen contando en la actualidad con más de 4.000 plantas distintas y una gran variedad de flora autóctona.

Desde que su primer propietario, Alarico Delmar, decidiera fundar el Hotel en esta zona de la isla, han visitado sus instalaciones diferentes personalidades como Alfonso XII, los príncipes de Miklemburgo, el príncipe Joaquín Albrecht de Prusia, en 1906, o el sobrino del Kaiser Enrique de Prusia en 1907.


CRISTINA LÓPEZ DÍAZ


domingo, 6 de enero de 2008

LECHE ASADA

Un sabroso postre para endulzar una buena comida:

Ingredientes:
Un litro de leche, ocho huevos, 1/4 kilo de azúcar, ralladura de un limón grande, una pizca (poco) de canela, dos bizcochos finos o 8 galletas tipo Maria.

Preparación:
Se baten los huevos con una cuchara y se mezcla con la leche y el azúcar. Cuando esté la mezcla, se le agrega el limón, la canela y las galletas ralladas o molidas que se ponen al final.

Se introduce en un molde o bandeja cuadrada para horno, dejando que quede como dos centímetros de altura. Se mete en el horno a una temperatura normal (mas bien un poco baja), aproximadamente unos 30 minutos.
En la isla de La Gomera acostumbran comer este postre con un poco de miel por encima.

¡Dulce digestión!


BAIFO EN ADOBO

Te proponemos una receta de carne de baifo, palabra canaria proveniente de los aborígenes se refiere a la cría de cabra (cabrito), que se macera en un adobo o salsa.
Estos son sus ingredientes y la forma de hacerlo:

Ingredientes:
2 kilos de baifo (cabrito)
Cabeza y media de ajo
2 copas de vino blanco canario
Un manojo de perejil
2 cucharadas de tomillo
3 cucharadas de pimentón, picante si se desea
3 hojas de laurel
Sal, al gusto

Procedimiento:
Tiempo de cocion: 1 hora y 30 minutos.
Lavamos y cortamos el baifo en trozos medianos que introducimos en una fuente de barro, donde estará mezclado el vino con la sal. Empapamos bien todos los trozos y dejamos en reposo por la noche (mínimo 3 horas).
Transcurrido este tiempo, lo doramos por encima y lo incorporamos a un caldero. Hacemos un majado con las especies añadiéndole un chorrito de aceite y dejamos guisar a fuego lento. Si notamos que se nos ha consumido el líquido le añadiremos vino rebajado con un poco de agua.
Se puede acompañar con unas papas arrugadas (arrugás) o sancochadas (guisadas).

Estará exquisito. Buen provecho.

sábado, 5 de enero de 2008

GARA Y JONAY


EUGENIO EGEA MOLINA

En la isla de la Gomera, existían siete lugares que emanaban agua. Estos siete chorros eran virtuosos para quienes la bebían, y al reflejarse en sus aguas predecían si ibas a encontrar o no pareja: si era clara, el amor estaba asegurado; si se mostraba turbia no se encontraría pareja.
Con las fiestas de Beñesmén (juegos de competiciones), un grupo de mujeres gomeras acudieron a los chorros mágicos. Entre estas, se encontraba la princesa Gara; al asomarse, en un principio se reflejó una imagen clara que, al tiempo, se fue difuminando hasta empezar a agitarse. Ante esto, el sabio Gerián le dijo: “Lo que ha de suceder, sucederá. Huye del fuego o este te consumirá”.
En las vísperas del Beñesmén, llegaron de Chinet (Tenerife), los menceyes guanches (monarcas de Tenerife) acompañados de su corte. El mencey de Adeje, traía a su hijo Jonay un joven vigoroso y diestro en competiciones.
Gara al verlo quedó prendada, no podía dejar de mirarlo y su corazón latía fuertemente. Al encontrarse sus miradas, ocurrió lo irremediable: Gara y Jonay se enamoraron perdidamente.
Poco después, su compromiso se hizo público. En estos momentos, el majestuoso Echeyde (volcán Teide) comenzó a escupir fuego, lava y piedras; tan fuerte que desde la Gomera era un espectáculo aterrador. En ese momento, se hizo patente el presagio de Gara.
Aquello era un amor imposible, los padres de los jóvenes ordenaron tajantemente que se separaran y nunca más se vieran. Por lo que terminado el Beñesmén, la comitiva regresó a Chinet (Tenerife) y Jonay con el corazón destrozado y su alma vacía.
Jonay, al no soportar la ausencia de Gara, no se rindió. Escapó y nadó una larga travesía hasta la Gomera sobre unas pieles de cabra infladas de aire. Sacó fuerzas desde lo más profundo, con el único propósito de encontrarse con su amada.
Al encontrarse, Gara y Jonay, se abrazaron apasionadamente y escaparon a las cumbres gomeras, escapando por los bosques de El Cedro.
El padre de Gara al enterarse de su huída, no tardó en salir en su busca. Tras una larga búsqueda, los amantes son encontrados fundidos en besos y abrazos. Al darse cuenta Gara y Jonay, tomaron la única alternativa que consideraron posible: una vara de cedro afilada atravesó sus cuerpos, uniendo sus corazones, hasta quedarse sin aliento.
Decidieron morir juntos y quedar unidos para siempre.
Sus nombres han quedado inmortalizados en la cumbre más alta de la isla de la Gomera y lo que es el Parque Nacional de Garajonay.


viernes, 4 de enero de 2008

EL PUENTE DE VERDUGO O PUENTE DE PIEDRA

Texto íntegro de D.Pedro González-Sosa, cronista de Santa María de Guía.
Al principio, el puente que unía las dos zonas del Real era de madera con estribos de albañilería, y servía, principalmente, para unir a Vegueta con el Monasterio de San Francisco y el reducido caserío que lo circundaba, pasadizo que en 1579 fue arrasado por el enorme caudal de agua que llevó aquel año el barranco.

Precisamente aquel mismo año llegó a Las Palmas como gobernador Martín de Benavides, que se propuso levantar otro para sustituir el arrasado, hecho de argamasa y de un solo ojo. Estaba entre los Remedios y la entonces llamada Plazoleta de la Cruz Verde.

Para la obra se utilizó material antiguo que provenía de la medio derruida muralla que defendía la ciudad por el Sur. Una vez terminado fue coronado de algunas cresterías y con dos imágenes: una representando a Santa Ana y la otra a Sen Pedro Mártir. Entre ambas efigies se colocó la siguiente octava, lápida que le costó un proceso de la Inquisición que, por fortuna, quedó en nada:

Alegrete Canaria, pues te hallas
de tales Patronos defendida
de torres, puentes, fuertes y murallas
y bélico ejercicio enriquecida.
Con estas y otras ínclitas medallas
te ves y te verás ennoblecida
por un Gobernador que en paz y en lides
se nombra don Martín de Benavides.

En 1615 otro gran temporal de agua se llevó el mencionado puente. De nuevo, en 1673, el gobernador de la isla don Juan Coello de Portugal, hizo construir otro más sólido de cantería azul que también se lo llevó al mar las lluvias torrenciales de 1713. Repuesto éste fue destruido otra vez en 1766 por un famoso temporal de Reyes con la consabida inundación de parte de la Ciudad, llegando las aguas al palacio del Obispo, al del presidente de la Audiencia, el Toril, la calle Herrería y los Remedios.

El Cabildo de la Isla ordenó entonces alzar un nuevo puente. Las obras fueron lentísimas, hasta el punto que para terminarlo se hizo preciso emplear maderas. Se le llamó del Ternero.

A principios del siglo XIX se hizo levantar otro, pero de mayor categoría y se llevó a efecto mediante la intervención del gran e inquieto elemento que fue don Agustín José de Bethencourt en la forma siguiente, según las notas dadas por Penichet.

Compró don Agustín José unos voladores, y con varios instrumentos de ruido, se fue el barranco con un grupo de maestros pedreros, marcando los obreros los puntos de los cimientos y simulando el comienzo de las obras para la construcción de uno nuevo. Acto seguido Bethencourt llegó a las puertas del palacio episcopal y oyendo el obispo Verdugo el ruido de los voladores preguntó lo que sucedía. En ese momento entró don Agustín José al patio y le dijo que "ahí fuera está el pueblo que dice que su Ilma. había dado órdenes para empezar un nuevo puente". Negando el prelado que hubiese dado tales órdenes le contestó Bethencourt : "pues voy a comunicar al pueblo su resolución, en el bien entendido que sería de muy mal efecto, ya que todo el pueblo cree que es cosa hecha". Y ante este razonamiento el obispo consintió hacer el puente y hasta se presentó en el balcón de palacio dando la bendición a los vecinos.

Tardó en construirse unos 18 meses y sobre el arco de enmedio se colocaron dos lápidas de mármol: una mirando a Oriente en la que se hallaba esculpidas las armas episcopales del generoso y engañado obispo, y la otra a Occidente, que contenía la siguiente inscripción: "Reinando el señor don Fernando VII se fabricó este puente a expensas del Ilmo. Don Manuel Verdugo, obispo de estas islas. Año de 1815".

Las estatuas de mármol que representan las cuatro estaciones, llegaron, contó también Pehichet, de Génova doce años después, y costaron seis mil reales de vellón.

Como se sabe, ya bien entrado el siglo XX se sustituyó el puente que hizo Verdugo por otro de cantería mandado construir por el Cabildo de Gran canaria con proyecto o bajo la dirección, según entendemos, de don Simón Benítez, que se llamó, hasta su lamentable desaparición para dar paso al actual acceso al centro de la isla, "puente de piedra".

PEDRO GONZÁLEZ-SOSA


Foto 1: Puente de Piedra y el barranco de Guiniguada
Foto 2: Sobre el Puente de Piedra