viernes, 15 de febrero de 2008

EXPRESIONES DEL HABLA CANARIA (III)

Dar un esperrío: gritar, espantar con voces.
Conocer por el cloquío: reconocer por la voz
Quedarse rasca(d)o: desconsolado, esperar algo y no cumplirse.
Coger la hebra: retomar un tema; no parar de hablar o dar vuelta a lo mismo Salir escalda(d)o: contrariado después de un varapalo
Ir ciego: de juego de cartas, generalización desconocer donde se va o que se hace, totalmente desorientado.
A/rrallate un millo: generalización de juego de cartas, un tanto a favor, muy bien, apuntalo a tu favor.
Pegarse un estampi(d)o: golpearse (¡se pegó un estampío con el coche!)
¿Tú vas a seguir?: respuesta que se da si alguien te esta dando la lata.
¡Salpica pa'llá!: decir a alguien que se vaya de su lado.
Pegar el tranque: dar plantón, dejar colgado a alguien.
Quedarse con la magua: quedarse con las ganas, con pena.
Don/Doña: Manera respetuosa de dirigirse a alguien mayor que uno (americanismo).
¡Mi niño-a!: Interjección para referirse a alguién de forma cariñosa (¿querías algo, mi niño?). En ocasiones, según la entonación, puede convertirse en reproche (Ya está bien, mi niña).

Ilustración: Cho Juaá y Pepe Monagas. Eduardo Millares Sall

EUGENIO EGEA MOLINA




miércoles, 13 de febrero de 2008

LA PROFECÍA DE GUAÑAMEÑE


EUGENIO EGEA MOLINA


Bencomo, mencey (rey) de Taoro y uno de los nueve monarcas de Achinet (Tenerife), hizo matar al adivino Guñameñe. Sin embargo, sus profecías no se acallaron y se cumplieron con el tiempo.
Los vaticinios de Guñameñe fueron pronunciados cuando Guetón, heredero al menceyato de Güimar, fue hecho prisionero por Bencomo. Debido a unos robos de ganado, Bencomo invadió el territorio güimarense apresando a Guetón y a Guañameñe.

lunes, 11 de febrero de 2008

GRAN CANARIA, ALGUNOS LUGARES DE INTERES

La isla de Gran Canaria es la tercera en extensión (casi 1.600 km²) Se encuentra a 28º latitud Norte y 15º 35' longitud Oeste. Está dividida en 21 Municipios, la mayoría de los cuales cuentan con un gran patrimonio de restos aborígenes.

Tras la conquista de Gran Canaria en 1478, los nuevos colonizadores, constituidos por familias de castellanos y portugueses, se asientan progresivamente en el lugar y durante casi medio siglo se mezclan con algunos miembros de la raza aborigen. Los repartimientos de tierras se realizan igualmente en esta zona de cumbres, adjudicándose las fincas y las aguas a la nueva población que ocupa el territorio.

La isla se encuentra dividida en 21 municipios. Entre ellos, podremos resaltar algunos lugares de interés:

GÁLDAR (AGALDAR)

Agaldar fue la sede de los Guanartemes de la isla hasta la llegada de los castellanos, desempeñando un papel singular en la Historia de la Conquista. Tenesor Semidán, fue el último Guanarteme. Junto con Bentaguaire, era hijo de Artemi Semidán. Al convertirse al cristianismo fue bautizado con el nombre de Fernando.

La primera iglesia de Gáldar estuvo ubicada en los mismos palacios del guanarteme; posteriormente, en 1778, se procede a la construcción de un nuevo templo.

Tenesor Semidán y Bentaguaire eran los hijos del Guanarteme de Gran Canaria, Artemi Semidán (finales del siglo XV)


El guanarteme Tenesor Semidan fue el último de los de Gáldar; se convirtió al cristianismo recibiendo el nombre de Fernando Guanarteme.

En 1485 la Corona de Castilla procede a repartir las tierras del antiguo guanartemado.

Con la Conquista, se convierte en la Villa de Santiago de los Caballeros de Gáldar. El primer templo del santo fue la “casa canaria” o palacio de los guanartemes donde se enterraron Miguel de Muxica y los vizcainos que cayeron en la Batalla de Ajódar (en el Sur de la isla), recinto donde, según la tradición, dijo la primera misa don Juan de Frías, obispo que convirtió a la ciudad en sede provisional de su diócesis.


En 1520, se funda un convento franciscano, lo que hace que muchas familias principales eligieran esta localidad como lugar de residencia, manteniendo el aire señorial.

Al igual que en Telde para el Sur, en Gáldar se ubica la administración del Norte (parroquia, alcaldía y vara de justicia, escribanía, hospital, distrito de repartimiento, convento, etc.) La Real Audiencia de Canarias ha residido temporalmente en Gáldar en dos ocasiones, en 1560 y en 1812.

GUIA (Tamaragaldar)

Los repartimientos de las tierras de Agaldar, comenzaron en 1485 y en los mismos corresponden al conquistador Sancho de Vargas y Machuca las tierras de la Dehesa de Tamaragaldar. En estas tierras donde Sancho de Vargas manda a construir una ermita en honor a Santa María de Guía, en torno a 1505 y que concluye en 1509. Alrededor de esta ermita va naciendo un núcleo poblacional que, poco a poco, va adquiriendo mayor protagonismo al construirse los ingenios azucareros. Se instalaron colonos de origen español y portugués, estos últimos muy relacionados con la explotación de la caña de azúcar, así como comerciantes y propietarios de origen genovés como las familias Riverol, Cibo de Sopranis o Cairasco, muchas de las cuales financiaron algunos de los viajes de Colón.

El nacimiento de la Villa de Guía se realiza ante la oposición de los vecinos de la Villa de Agaldar de la que dependían hasta entonces , los cuales protestaron ante el Emperador Carlos V. Siete años después del nacimiento de la Villa de Guía, el mismo Emperador Carlos V, en 1533 crea la Parroquia de Santa María de Guía.

ARUCAS (Arehuc)

Los orígenes de Arucas se encuentran en el poblado prehistórico de "Arehuc" o "Arehucas", que estaba situado en lo que hoy es La Hoya de San Juan

En la época de la conquista, Juan Rejón atacó este poblado en 1479 y unos años más tarde, Pedro de Vera derrotaría al famoso caudillo Doramas.

Tras el reparto de tierra y de aguas entre los conquistadores aparece Arucas en 1503 como una población agrupada en torno a la ermita de San Juan. Desde esta época empezó a cultivarse en el valle de Arucas el azúcar.

Ya en el siglo XIX, la burguesía impulsa el Municipio. Los beneficios obtenidos con el plátano, hicieron posible la transformación de la ciudad y la construcción de los principales edificios

MOYA

Moya toma su nombre del apellido del conquistador español beneficiado por los repartos de tierras en esta zona.

En 1515 se construye la ermita en honor a Nuestra Señora de la Candelaria, a partir de la cual comenzó el poblamiento de la villa con trabajadores encargados de labores agrícolas.

Tras la caída de la caña de azúcar se introduce otros cultivos (millo, papas) traídos del Nuevo Mundo. Con este nuevo cultivo, se incrementa la población de Moya.

A finales del siglo XVIII, y parte del XIX, las duras crisis que sufre la isla, y que también afectan a Moya, provocan la ocupación de tierras que formaban parte del Bosque de Doramas, lo que significa la desaparición de este enclave único en Gran Canaria.

El bosque de Doramas fue un bosque de laurisilva y al que el caudillo aborigen Doramas dio su nombre. Éste se refugiaba en el bosque junto a un grupo de guerreros, con los que organizaba ataques contra las tropas castellanas. Existen varios lugares, como el poblado de cuevas de La Montañeta o la Cueva de Doramas, testigos del pasado prehispánico del municipio de Moya.

En la época prehispánica a la parte de la costa norte se llamaba Lairaga , y al territorio del interior en donde se asienta actualmente el Municipio de Moya, se le denominaba Argumastel.

FIRGAS (Afurgad)

El término de Firgas, que deriva del topónimo aborigen Afurgad, y entre otras interpretaciones significa pradera o lugar de vegetación, es el municipio más reducido de la isla.

Las tierras de Firgas en el momento en el que se procede al Repartimiento de la isla, le toca al burgalés Tomás Rodríguez de Palenzuela.

El emplazamiento de Firgas obedece a las enormes posibilidades que atisbó Tomás Rodríguez de Palenzuela en estos predios, pues a las fértiles tierras que le tocó se unieron los amplios caudales que ofrecía el naciente de Las Madres, en el barranco de Guadalupe o Aumastel. Las amplias disponibilidades hidráulicas y agrónomas posibilitaron el desarrollo de una floreciente industria azucarera, construyéndose varios ingenios y dedicándose importantes áreas al cultivo de la caña de azúcar.

ARGUINEGUÍN (MUNICIPIO DE MOGÁN)

Al margen izquierdo de la playa de ArguineguÍn (El Pajar) se encontraba, cuando llegaron los castellanos, la antigua aldea de Arganeguir o Areaganigui, escenario de los intentos de invasión del normando Gudifer De La Salle en 1405. Hoy la aldea yace enterrada bajo las viviendas del actual barrio de El Pajar.

BARRANCO DE FATAGA

Nace en los pinares de San Bartolomé y corre encajonado entre Amurga y Ayagaures hasta desembocar en la charca de Maspalomas. En el lugar donde hoy se levanta el caserío de Fataga se asentó en su dia, Arfatagad.

El territorio de Tirajana desempeñó un papel muy importante en la conquista castellana pues muchos de los más importantes hitos se produjeron en dicha zona. Desde la entrada del Obispo Frías destruyendo el santuario de los canarios siguiendo con el ataque de Pedro Hernández Cabrón, el cual fue expulsado barranco abajo por los canarios en los primeros años de la conquista realenga, hasta el ataque por parte de Pedro De Vera a los focos de resistencia indígena en Tardía, Titana y Ansite.

Foto 1: Roque Nublo ( Tejeda)

Foto 2:Cenobio de Valerón ( Guía)

Foto 3: Necrópolis de Arteara ( Artenara)

Foto 4: Fortaleza de Ansite.Ultimo reducto de la conquista castellana

CRISTINA LÓPEZ DÍAZ


domingo, 10 de febrero de 2008

MANRIQUE DE LARA, ORÍGENES Y ASENTAMIENTO EN CANARIAS

EUGENIO EGEA MOLINA
orcid.org/0000-0002-9433-6298
ORIGENES Y EVOLUCIÓN
Su origen parece vincularse con los reyes godos y, con posterioridad, a los Condes de Castilla y la Casa de Lara, uno de los cinco linajes más importantes y mayor poderío de la Castilla medieval. Tuvo enorme influencia, tanto en este reino como en el de León, en el período comprendido entre fines del siglo XI y mediados del siglo XIV. Dueños de

cuantiosas posesiones y vastos dominios en Castilla, León, Andalucía y Galicia; su poder fue equiparable al de la monarquía.
El apellido arranca de uno de los miembros destacados de la Casa Lara, el Conde y Señor Manrique (Almerico) de Lara (vivió aprox. de 1103 a 1165), al asumirlo en su honor sus descendientes por ser hombre notable que alcanzó la amplios poderes territoriales, gobernando soberana e independientemente, y descender de la realeza adopta el lema de familia: “Nos non venimos de reyes, sino reyes vienen de nos”.
Manrique fue tutor de Alfonso VIII de Castilla, primer Señor soberano e independiente de Molina y Vizconde de Narbona, esto último por su casamiento con Hermisenda –Ermesenda o Ermesinda- hija y nieta de los vizcondes de Narbona, descendiente única y sucesora de Aimerico III, que vivió alrededor de los años 1115-1175.
Hijo de Pedro González de Lara (al parecer casado primeramente o estrechamente vinculado a la reina Urraca de Castilla, con la que tuvo descendencia) y Eva Pérez de Traba; nieto por línea paterna del primer conde soberano e independiente de Castilla y Señor de Lara, Fernán González y Sancha infanta de Navarra (hija del rey Sancho García II de Navarra).
Hijo de Manrique y Hermisenda fue Pedro Manrique de Lara, Señor de Lara y de Molina, vizconde de Narbona, tutor del rey Alonso VIII. Casó con la infanta Sancha de Navarra, hija del rey navarro García Ramírez V y la reina Urraca hija de Alonso VII. De este tronco, parten las ramificaciones del apellido Manrique de Lara.
Debido a la grandeza, opulencia y poder del conde Manrique de Lara, así como el número de deudos y súbditos, calidad y cantidad de empleos y honores, hicieron que en el siglo XII sus descendientes tomaran su nombre como apellido; costumbre inusual en Castilla. De esta forma, se constituyó en tronco y principal ascendiente de la Casa Manrique de Lara; esta rama de la extensa e ilustre estirpe de Lara, fue la única que sobrevivió más allá de la Edad Media.
Sus sucesores ostentaron los más importantes títulos de Castilla como el ducado de Nájera, marquesado de Aguilar de Campoo, condados de Paredes de Nava, Osorno, Treviño, Triviana y Amañuelas; todos ellos con Grandeza de España. También dieron ilustres literatos como Gómez Manrique o Jorge Manrique, así como príncipes de la Iglesia y numerosos caballeros de Ordenes Militares.
El emperador Carlos V distinguió la Casa de Lara con Grandeza de España, manteniendo una gran influencia en la Corte, ostentando cargos importantes como virreyes, capitanes generales, embajadores y cardenales. Al igual sucedió en el reinado de su hijo Felipe II.

ASENTAMIENTO EN CANARIAS
Francisco Manrique, mercader burgalés natural de Orduña, provee el apellido en las islas Canarias, al instalarse en 1550 en el Real de Las Palmas. Sus padres fueron Andrés Manrique (hijo de Martín Sanz de Orduña y de María Sainz Manrique, residentes en Orduña cerca de Bilbao que vivieron durante el reinado de los Reyes Católicos) y Catalina de Salas (hija de Juan de Salas y Catalina de Quixada).
En las islas sus descendientes emparentan con importantes familias como Massieu, Bethencourt, Falcón, Llarena, Bravo de Laguna, Acedo, Pestana, Romero-Zerpa, del Río, Westerling, Quintana y, los títulos, de marqueses de Acialcázar, Torre Hermosa y Villanueva del Prado, y los condes de Siete Fuentes, Ponte-Ximénez y Bérriz (éste, en España penínsular).
Francisco Manrique de Lara instauró su familia en Canarias, que crece en importancia por su casamiento con Isabel Cibo Sopranis, hija del patricio genovés Felipe Cibo Sopranis. Constan como descendientes de este matrimonio:
- Andrés Manrique de Lara Cibo Sopranis, se estableció en Truxillo (Perú), con descendencia.
- Teodora Manrique de Lara Cibo Sopranis (Las Palmas 1565), continuadora de la familia. Enlazó con el capitán Juan Bautista de Amoreto, hijo de Juan Bautista Amoreto I y Blanca Rapallo. Sus hijos fueron:
- Alejandro Bautista de Amoreto Manrique de Lara (Las Palmas 1590) que forma la rama Manrique Amoreto (casa del condado de la Vega Grande). Casó en 1615 con Jacinta Calderín Tello, hija de Teodoro Calderín Balboa y Ana Xuárez Tello.
- Blanca de Amoreto Manrique de Lara, fundadora de la rama Manrique de Lara Cabrera (coroneles-gobernadores de Fuerteventura), matrimonió en 1609 con el capitán Lorenzo Gesquier (Las Palmas 1584) y en 1620 con Vicente Álvarez Travieso, de éste último sin hijos.
- Isabel de Amoreto Manrique de Lara, monja bernarda.
Así en Canarias quedan constituidas dos ramas familiares, iguales en importancia y méritos:
a) la Manrique de Lara-Amoreto (Condes de la Vega Grande de Guadalupe) vinculada a los mayorazgos Manrique, Truxillo, Alvarado y Castillo.
b) la Manrique de Lara-Cabrera (Coroneles de Fuerteventura), por enlace de Francisco de Asís Manrique de Lara del Castillo (Las Palmas 1765: La Oliva 1833) con Sebastiana
Casa de los Coroneles. Fuerteventura
Cabrera Cabrera
(La Oliva 1762; idem 1850), última del linaje de los Cabreras establecidos en Canarias fundada por el conquistador Alonso de Cabrera Solier, casado con Catalina Dumpiérrez.
Por otro lado, volviendo atrás y situándonos en el siglo XVI, Martín Manrique de Lara, hermano menor de Francisco fundador de la familia en las Islas, se instaló accidentalmente en la isla de la Gomera, cuando iba camino a Perú. Casó en esta isla con Isabel de Bobadilla Ayala, nacida en 1543, hija del capitán y gobernador de la Gomera Diego Prieto Melián y Ana Peraza de Ayala hija, a su vez, del Conde de la Gomera y Señor del Hierro Guillén Peraza de Ayala.
Martín Manrique de Lara fue capitán general y gobernador de la Gomera. Este matrimonio dejó como descendencia a:
- Águeda Castilla que enlazó en Hermigua (1599) con el sargento mayor Pedro Barnuevo y Carvajal; sin sucesión.
- Pedro Manrique que en 1604 matrimonió con Catalina Perdomo. Tuvieron una hija: Elvira Manrique.
- Francisco Manrique, regidor de la Gomera, su cónyuge fue Elvira Osorio, y sus descendientes:
a) Martín Manrique de Lara
b) Isabel de Bobadilla
c) Antonio Manrique de Lara
d) Juan Osorio Manrique
e) Mateo Calerio Manrique
f) Andrés Manrique de Lara
DISTRIBUCIÓN ACTUAL
En España, existen unas 900 personas que llevan el apellido Manrique de Lara. Estos principalmente se encuentran en Canarias, significativa y principalmente en la provincia de Las Palmas. En el resto de provincias o comunidades es inexistente o no llega al 5%.
Esto es ilustrativo si miramos el listín telefónico, observándose que no aparecen prácticamente personas que se apelliden así en la mayoría de las provincias.
Paradójicamente, es inexistente en los territorios del que es originario.
En nuestra búsqueda hemos detectado:
- Las Palmas: 104 abonados con este apellido
- Madrid: 25 abonados
- Cádiz: 10 abonados
- S.C. de Tenerife: 7 abonados
- Málaga: 5 abonados
- Granada: 5 abonados
Más certeramente, el Instituto Nacional de Estadística –con datos del padrón de 2006- incluye 513 personas con este apellido: situando en la provincia de Las Palmas con el mayor número (262), seguida a distancia por Madrid (97) y Cádiz (39).
De todo ello, podemos sugerir que Manrique de Lara se halla quedado abreviado en Manrique –de los que hay en todas las provincias de España, sumando unos 16099). Manteniéndose como Manrique de Lara en Canarias (concretamente en la provincia de Las Palmas, isla de Gran Canaria) y América.

ENLACE RELACIONADO:
Molina de Aragón: génesis de los apellidos Manrique de Lara y Molina


FUENTES:
- DE ZÁRATE COLOGAN, M. Árbol Genealógico de la Familia Manrique de Lara.
- PIFERRER, F. Nobiliario de los reinos y señoríos de España. Tomo III. Imprenta M. Minuesa. Madrid. 1859
- REGULO PÉREZ, J. (edit.) Nobiliario de Canarias. Tomo II. Imprenta Gutenberg. La Laguna, Tenerife. 1952.
- WIKIPEDIA. Casa de Lara

- Páginas Blancas de Telefónica







martes, 5 de febrero de 2008

ENTIERRO DE LA SARDINA Y QUEMAS EN LOS CARNAVALES CANARIOS

EUGENIO EGEA MOLINA

ENTIERRO DE LA SARDINA EN CANARIAS
El entierro de la sardina es el acto multitudinario con el que la mayoría de las localidades canarias culminan apoteósicamente su carnaval. Generalmente, se realizaba el miércoles de ceniza, para adentrarse en la prohibitiva y austera Cuaresma: como hemos apuntado, en Canarias se traspasan estas fechas y se alargan pasando de una localidad a otra -cada sitio tiene su propia programación de actos carnavaleros- casi hasta acercarse la propia Semana Santa.
Como su propio nombre nos indica se trata de la representación de un entierro, en este caso el finado es una sardina. Un gran recorrido realiza esta sardina, acompañada de un multitudinario cortejo de flamantes y desconsoladas viudas enlutadas rigurosamente, se expresan con esperpénticos “esperríos” plañideros y ataques histéricos con caídas al suelo e irreverentes convulsiones; así como de clérigos desvergonzados amantes de las buena vida y en compañía de símbolos sexuales, prodigan sus bendiciones. Amén de todo tipo de autoridades, mascaritas y disfrazados varios que con solemnidad y algarabía acompañan al muerto en su último trayecto.
El dolor por el fin del carnaval se entremezcla con la total transgresión, mostrada en un espectáculo cómico que parodia el acompañamiento al difunto. En estas representaciones cargadas de crítica y humor, se ridiculiza todo lo que está instituido.
De esta forma, con lloros y manifestaciones de dolor exacerbados, se lleva a la sardina hacía su destino final: la incineración de su cadáver. El fuego es el encargado de purificar lo que no gusta y hacer renacer los deseos.
OTROS TIEMPOS Y OTRAS REPRESENTACIONES TRADICIONALESAunque el entierro y quema de la sardina es lo que predomina en la actualidad por los distintos rincones isleños, en el pasado la costumbre era la quema de un machango o similar. En este sentido, Domingo J. Navarro en las postrimerías del siglo XIX, narra que con un rolo (tronco de platanera) se atravesaba con dos palos en sus partes baja y superior que servían como asideros; mientras en el centro se le hacía un agujero a modo de corazón colocándosele una vela encendida. En lo alto, lo tocaban con un sombrero para darle forma de figura humana. Acompañándose de un balde con agua y una escoba, se iba rociando todo lo que se encontraba. Después de diferentes ceremonias se le enterraba o riscaba por el barranco. Según Galván Tudela, en Agüimes y Agaete –Gran Canaria- han pervivido muñecos de estas características.
En la isla de Tenerife, varios pueblos y pagos mantienen viva la tradición de entierro/quema de monigotes o muñecos de trapos. En la Orotova tiene lugar la Quema de San Crispín, mientras en su barrio de La Perdoma el “dolor” lo produce el fallecimiento del Tío Pepe. Por su parte, los Realejos celebran el Entierro del Sr. Rascayú que, acompañado de música de fanfarria, acaba en el fuego en una noche de desenfreno. Y en Garachico se quema al Sansusino, monigote con forma humana, parece que su origen es portugués (el susino es un pez procedente de Madeira-Azores “lirio ferro”).
Todas estas expresiones de nuestro acervo cultural mantienen en común la exageración y las expresiones histriónicas de dolor envueltas en un desproporcionado ambiente lúdico-festivo que sirven de colofón a las carnestolendas.
FOTOS:
1. Carroza con la Sardina
2. Cortejo de la Sardina. Canarias7
3. Sansusino. Bienmesabe.org

FUENTES:
- BARRETO VARGAS, C.M. Los Carnavales. Los Símbolos de la Identidad Canaria. Centro de la Cultura Popular Canaria. La Laguna. 1997.
- BIENMESABE. Otros Entierros Tradicionales de nuestro Carnaval

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Apuntes sobre los carnavales en las Islas Canarias 
Agrupaciones musicales en los carnavales canarios 
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Repostería canaria de carnaval
Carnavales canarios, de los bailes de disfraces a los mogollones

 


TORTAS DE PLATANO

INGREDIENTES:
4 plátanos maduros, 6 huevos, una taza de leche, un poco de matalahúva (anís) molida, 300 grs. de harina aproximadamente, un poco de sal y azúcar glas.


PREPARACIÓN:
Los huevos los batimos bien, añadimos los plátanos escachados y a continuación ponemos la matalahúva, la leche, la harina y un poco de sal.

Se pone una sartén al fuego con un poco de aceite, echamos la masa por cucharadas grandes.
Una vez fritas -que se vean doraditas- las tortas se ponen en una bandeja y las espolvoreamos con azúcar glas.

Que endulces tu apetito y te aproveche.

ARVEJAS CON HUEVOS DUROS

Ingredientes: Arvejas (guisantes), cebolla, pimiento verde, ajo, laurel, tomillo, orégano, pimienta negra, pimentón, vino blanco, tomate natural pelado y desmenuzado, sal, carne de cochino, chorizo, panceta, morcilla (la carne y los embutidos pueden obviarse), pimiento rojo, perejil fresco picado y huevos duros.
Para el majado: almendras fritas, pan, ajo, pimentón.

Elaboración: Hacemos la fritura (sofrito) con la cebolla, el pimiento verde y el ajo. Luego, añadimos la carne y los embutidos troceados, excepto la morcilla (lo de la carne y embutidos es opcional, depende de los gustos y de las dietas).
Cuando esté todo dorado, añadimos las arvejas. Las movemos un rato y ponemos abundante agua caliente sobre fuego alto, que luego moderamos.
Las arvejas suelen ser duras y el plato lleva tiempo (hora y media aproximadamente).
Majamos en un almirez: las almendras fritas, el pan, el ajo y el pimentón.
Cuando las arvejas estén tiernas, añadimos el pimiento rojo en cuadraditos, el perejil picado, el tomate, el laurel y la morcilla en rodajas. Ponemos sal y pimienta; añadimos el majado. Removemos todo durante unos minutos.
Servimos con unos huevos duros troceados por encima.

...Y a comer calentito para que nos sienten las madres.

viernes, 1 de febrero de 2008

CARNAVALES CANARIOS, DE LOS BAILES DE DISFRACES A LOS MOGOLLONES

EUGENIO EGEA MOLINA  
Hasta bien entrado el siglo pasado, el baile ha sido el máximo exponente de los carnavales canarios. Por supuesto que los bailes no se centraban exclusivamente en estas fiestas; lo que le daba su propio matiz eran las máscaras y los disfraces.
Los bailes carnavaleros fueron los protagonistas exclusivos de estas celebraciones hasta que, a principios del siglo XX, aparecen nuevos actos como las cabalgatas y galas.
Todavía en las primeras décadas del siglo pasado, grupos personas disfrazadas se reunían para cantar y bailar sones de la tierra. En lugares públicos acompañados de parrandas se improvisaban los bailes. Allí se congregaban las máscaras y comparsas, representándose en ocasiones pantomimas y pequeñas piezas teatrales. Las calles fueron el escenario natural de estos primeros bailes de carnaval.
Con posterioridad, a partir de los años veinte se comienzan a celebrar bailes de máscaras y disfraces: de círculos más reducidos –familias destacadas socialmente- van pasando a sociedades y casinos, encontrándose localizados en sitios cerrados. En estos, sociedades y clubes, se mantienen clandestina o semi-clandestinamente las celebraciones de las carnestolendas. Prácticamente, estos se mantuvieron en la época de la prohibición franquista-eclesial, manteniendo su apogeo hasta los años 70.
A partir de 1976, con los nuevos aires democráticos el carnaval toma de nuevo la calle y se institucionaliza, los bailes conviven con otros actos pero siguen manteniendo su lugar predominante. En las grandes urbes los bailes son multitudinarios, miles de personas se congregan en los mismos; celebrándose por la noche de fines de semana hasta desembocar en el del lunes de carnaval donde se desatan todas las previsiones de participación. Ya no se habla de bailes pues la participación en los mismos es masiva, de ahí que en algunas localidades isleñas hayan tomado el nombre de Mogollones.
En el año 1987, en Sta. Cruz de Tenerife, llegaron a congregarse unas 250.000 personas, registrándose como récord Guinnes como mayor concentración de personas en una plaza para asistir a un concierto. En el aquel histórico evento actuaban Celia Cruz y los Billo´s Caracas Boys.
Estos mega-bailes abiertos en grandes espacios, están dominados por los ritmos latinos y en ellos han actuado los más grandes artistas y grupos internacionales más reconocidos de este género. Amén de los arriba mencionados han participado también: los Van Van, Oscar 
D´León, José Alberto el Canario, Carlinhos Brown, Lucrecia, Albita Rodríguez, Juanes, Carlos Vives…
Así, a través del tiempo, los bailes de disfraces en las islas han pasado de lugares públicos abiertos y pequeños grupos de participantes a grandes espacios y multitudinaria participación, quedándose por medio las celebradas en casas particulares y sociedades o clubes.

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