lunes, 19 de noviembre de 2007

BREVE RETAZO SOBRE LA EMIGRACIÓN CANARIA

Poco tiempo después de la conquista de Canarias, el gobierno de Castilla y la Corona favorecen y subvencionan la emigración de canarios para la colonización y doblamiento de América. Se envían colonos con el fin de establecerse y fundar con sus familias una serie de localidades que experimentaban más despoblación como las islas del Caribe.
A la isla de Sto. Domingo se enviaron familias de agricultores , incluso con acopio de aperos de labranza y materiales para la edificación de viviendas. En 1545 se obliga a Francisco de Mesa a fundar un pueblo en el lugar de Monte Cristo, de la isla de La Española, con 30 vecinos casados en las Islas Canarias .
En 1659, para evitar la pérdida de Jamaica el rey envía barcos cargados de peninsulares y canarios para reforzar la población de súbditos reales.
En el siglo XVIII los canarios ya no son enviados para sustituir una población que ha desaparecido. Ahora emigran con otra finalidad, la de fundar nuevos pueblos y ciudades o bien para evitar el avance humano y político de países extranjeros. De esta forma llegan a Sto. Domingo, Puerto Rico, Texas, Luisiana, Campeche (México) Cumaná (Venezuela).

CRISTINA LÓPEZ DÍAZ

sábado, 17 de noviembre de 2007

FUNDACIÓN DE S. ANTONIO DE TEXAS POR CANARIOS

CRISTINA LÓPEZ-TREJO DÍAZ

En el siglo XVIII el Archipiélago Canario sufre una espectacular emigración a América. A esto contribuyó el hecho de que de 1720 a 1730, y especialmente en el año 21, se produjera la crisis agraria más profunda. Se hizo necesario destinar las tierras de viñedos al cultivo de cereales y roturar tierras de monte. Los antecedentes de esta crisis los podemos encontrar ya en el siglo XVII, como consecuencia de la extensiva especialización de la economía canaria sobre el vino. En este sentido, el primer síntoma del derrumbamiento del vino es la progresiva pérdida de mercados. De 1620 a 1630, debido a la aprobación de un reglamento que impide el comercio del vino a sus colonias americanas el producto canario tendrá que buscar otros mercados en las colonias portuguesas, pero esta solución no duró mucho tiempo porque en 1640 la Corona portuguesa deja de pertenecer a España y con ella sus colonias. Las malas relaciones con España van a cerrar este mercado. Se sigue comerciando hacia Europa con un canal único de distribución a través de los ingleses, pero como las relaciones entre España e Inglaterra son inestables la comercialización del producto se agrava aún más. De 1684 a 1688 se produce el derrumbe progresivo del mercado que quedó reducido al control inglés. Se complican las relaciones con Inglaterra y se finaliza el comercio también en este mercado. El vino canario tenía un alto precio debido a su gran calidad y los ingleses comienzan a comprar el de Portugal y Madeira que era más barato, por lo que disminuye la compra del vino canario produciéndose un stock en los puertos. Esto, junto con el destino exclusivo de las tierras a la producción del vino contribuyó a su derrumbe. Por todo ello, paralelamente a los productos centrales de exportación se desarrolla una economía de subsistencia basada en el cereal. Las instituciones, y fundamentalmente las locales hacen hincapié en la construcción de pósitos, que eran lugares en los que se almacenaba el cereal que ingresaba el Cabildo proveniente de sus rentas o de la compra. Ese cereal sería utilizado para situaciones de crisis en las que el Cabildo actuaría de prestamista a bajo interés, pero la realidad era que esos pósitos eran utilizados con fines corruptos. La situación se agrava porque las malas cosechas(sequías, inundaciones) hacen que la producción no sea suficiente ni siquiera para alimentar a la población. Por lo que a Corona se vio obligada a exportar 250.000 fanegas de trigo libre de aranceles. Esta situación es más grave en las islas orientales debido a que estaban especializadas en un solo producto. El hambre y la mortalidad obliga a la población a emigrar, pero no sólo a América sino también a otras islas, sobre todo a Tenerife y Gran Canaria, agravando la situación de estas islas centrales.
La situación en Canarias era de tal penuria y hambruna que favoreció la emigración, y todas estas familias se vieron envueltas en una aventura que dejaba atrás sus vidas y su tierra. En 1729 un Real Despacho dirigido al Juez de Comercio de Indias en Canarias el Rey le hace constar la preocupación por un posible ataque a Texas desde la Lousiana Francesa tal y como le había comunicado el Marqués San Miguel de Aguayo. De esta manera se hacía necesario para mantener esta provincia, una de las más ricas y valiosas de América por la fertilidad y riqueza del suelo y del subsuelo, el envío de familias para que la poblaran. Deberían ser al menos 400, y serían enviadas en barco a la Habana en grupos de diez u once. Este real despacho ordenaba que se hiciera conocer la voluntad de Felipe V y se tuvieran en consideración a aquellas familias que quisieran de forma voluntaria ir a Cuba. Al recibirlo el Juez de Comercio de Indias en Canarias notifica su contenido a todos los ayuntamientos de las Islas que quisieran aportar familias para poblar las Indias. El primero en contestar fue el de Teguise, y fue Juan Leal Goraz, uno de sus concejales que llegaría a ser el primer Presidente del Cabildo de San Antonio, quien propició que se alistaran siete familias de las diez que iban a emprender el viaje. En total eran: siete familias de Lanzarote, una de la Palma, una de Tenerife y de Gran Canaria una familia y un soltero. A pesar de que la condición inicial era que se enviasen exclusivamente familias se le permitió embarcar a Antonio Rodríguez porque su novia iba en el grupo y además porque se casarían durante el viaje como así fue.
Desde que las familias canarias partieron de Tenerife el 27 de Marzo de 1730 hasta que llegaron a San Antonio transcurrió casi un año, este tiempo entre viajes y estancias lo podemos dividir en tres escalas o momentos: SANTA CRUZ DE TENERIFE-CUBA El Intendente de Comercio con las Indias en Canarias, Don Bartolomé de Casabuena ordenó que se destinara la embarcación "Santísima Trinidad y Nuestra Señora del Rosario" para el viaje desde el puerto de Santa Cruz de Tenerife hasta Veracruz vía la Habana. De las islas restantes llegaron a Tenerife en la balandra "San Telmo". El día 3 de Marzo se hizo la primera visita al navío para ser cargado el día siguiente con víveres y útiles para el viaje. No faltaron en ninguna familia las correspondientes fanegas de gofio. "La partida se prolongó más de lo previsto debido a la mala mar y por verse embarcaciones enemigas", por lo que a las familias les surgieron necesidades al no estar preparadas para una estancia tan larga y tuvieron incluso que gastar parte de la comida que llevaban para el viaje. Cuando solicitaron la ayuda a las autoridades en un primer momento se negaron, pero finalmente se les concedió por decreto. El día 26 de Marzo se cargó el barco con los enseres y partió el 27. La primera impresión que tuvieron estos canarios poco habituados a viajar fue que el barco, en relación con la distancia que iban a recorrer era muy pequeño. Además la travesía no fue precisamente un crucero: primero el desconcierto, luego el pánico, pero a tiempo Juan Leal se impuso al grupo serenándolo en lo que fue la primera muestra de liderazgo que perduraría hasta San Antonio. La tónica general fueron vómitos y mareos a pesar de que el tiempo no estuvo excesivamente virulento, por el contrario soportaron días de calma chicha que hacía que se encresparan los nervios de pasajeros y tripulación. Tuvieron un accidente con la botavara que consiguieron solucionar poco antes de llegar a Cuba. Pero hasta el último momento no estuvieron a salvo porque poco antes de llegar a la "Boca del Morro una turbonada arrojó un torrente de agua sobre los viajeros, y el barco estuvo a punto de perderse". Llegaron a la Habana el 10 de Mayo y fueron recibidos por el Gobernador de la Habana que tenía conocimiento de su llegada por un Despacho que le había enviado el Intendente de Comercio Don Bartolomé de Casabuena. Aquí permanecieron un tiempo, alojados en una fortaleza adaptada para tal fin, les atiende un médico, se les entrega ropa y alimentos. Durante esta estancia se les unen dos canarios que vivían desde hace tiempo en la ciudad. El día 9 de Julio la "Stma. Trinidad y Nuestra Señora del Rosario" pone rumbo a Veracruz. CUBA-VERACRUZ Este trayecto dura 10 días debido a la calma reinante durante el viaje, habiendo transcurrido ya 84 días desde que salieron del puerto de Santa Cruz de Tenerife. En Veracruz fueron recibidos por el Alcalde en nombre del Virrey de Nueva España. El Virrey Don Juan de Acuña Marqués de Casa Fuerte conocía ya la llegada de las familias canarias por medio del Real Despacho de 1729, el cual ordenaba el traslado de las mismas a la zona de Texas aconsejada por el embustero Marqués de San Miguel de Aguayo. Por esto se reúne con el Brigadier Don Pedro Rivera, conocedor de la zona norte y noreste por sus múltiples viajes, y le encarga que estudie la propuesta de Aguayo de llevar a las familias canarias por barco desde Veracruz hasta la Bahía del Espíritu Santo. La respuesta en negativo de Rivera en este sentido fue bastante clara y concisa, ya que por su experiencia sabía que en aquel lugar era imposible llegar y mucho menos sobrevivir. La cosa se complica más si cabe cuando el 14 de ese mismo mes llegan a Cuba dos barcos con 15 familias más y con el mismo destino. Se encuentra entonces el Brigadier con una gran disyuntiva: enviar a todas las familias al lugar señalado con el consiguiente peligro de sus vidas o no acatar la orden del Rey y exponerse a una posible exigencia judicial de responsabilidad. Por otro lado, no tenía la posibilidad de consultar con el Rey de forma inmediata sobre este tema, y tampoco era partidario de llevar a la práctica una frase muy en boga en la época que era "acatar pero no cumplir la decisión real". Finalmente Casa Fuerte decide que las familias que ya estaban en Veracruz siguieran con su destino hasta San Antonio y ordenar al Gobernador de La Habana que permitiera a las 15 familias que habían llegado en esos días instalarse en la ciudad. El gobernador no tuvo ninguna objeción, porque desde un principio él mismo había propuesto que se quedaran y contribuyeran así al poblamiento de La Habana. De manera que las familias se acomodaron en la Hacienda de Sacataondo. Por otro lado, y debido a todos estos acontecimientos, el Virrey pudo descubrir el engaño del Marqués de Aguayo al Rey, y demostrarle a Felipe V que todas las hazañas de las que Aguayo se jactaba eran mentiras: ni los franceses habían invadido Texas (se trató sólo de un robo que hicieron 7 soldados franceses a los misioneros de Adaes, y que además fueron castigados por su propio capitán), ni él había pacificado la provincia de Coahuila ni mucho menos había defendido frontera alguna, por el contrario había sembrado en toda la zona que gobernaba la desconfianza entre sus habitantes que huyeron en desbandada. Mientras tanto, ajenas a todo esto las familias canarias permanecen en Veracruz durante 13 días. VERACRUZ-SAN ANTONIO Este trayecto no resultó ser para nada lo que esperaban, que era trasladarse en barco, por el contrario el Virrey aconsejado por Rivera había decidido que el viaje se hiciera por tierra. Para ello ordenó al Alcalde de Veracruz que pusiese a disposición de los canarios un guía, Francisco Duval, caballos y también mulas y carretas. Las familias canarias reciben la noticia con preocupación, conociendo los peligros y dificultades con las que podrían encontrarse: asalto de indios, pasar por zonas montañosas, abruptas e inhóspitas, etc. Pasarían de zonas desérticas a altas montañas, con el frío y la nieve. A todas estas dificultades hay que añadir la poca pericia de los canarios a la hora de embridar y aparejar los caballos y mulos, lo que hacía que se perdiera mucho tiempo en esas tareas. El primer objetivo era llegar a Quaticlán, un pueblo al noroeste de la ciudad de México donde se les entregará ropa, herramientas, dinero... Pasaron por Texoco, luego Cholula para llegar a Quaticlán la tarde del 27 de Agosto de 1730, habiendo transcurrido 26 días. Después de lo que habían pasado Quaticlán les resultó un paraíso, y además tuvieron todo tipo de atenciones por parte del Alcalde que les proporcionó durante su estancia comida, casa, ropa, etc. Pero Juan Leal solicita que le den más y mejor transporte y herramientas, para lo que se traslada hasta la ciudad de Méjico a hablar con el Virrey, quien se compromete a proporcionarles más medios para el viaje. Es Pedro Rivera quien propone el lugar donde definitivamente deben asentarse las familias canarias, en contra del informe presentado por Aguayo que era impreciso y poco ajustado a la realidad. El aprovisionamiento previsto concluye el 8 de Noviembre. El recorrido a partir de aquí es el siguiente: "de Quaticlán a Tepexi del Río, Ruano, San Juan del Río, Coyotiyos Chicos, Amascala, Puerto Pinto, Las Carbaneras, San Luís de la Paz, Sauceda de Los Mulatos, Valle de San Francisco, San Luís de Potosí, Las Vocas, a Ediana, El Venado, Laguna Seca, Arroyo Seco, Amatehuala, El Cedral, Pozo Nuevo, Aguadulce, Cieneguilla, a Encarnación, Aguanueva y El Saltillo". No debían desviarse del camino, y acampar siempre a las afueras de los poblados con su consentimiento. Al frente iría una persona que anticiparía la llegada de las familias. Se consideraría desertora a la persona que abandonara la caravana, y como tal sería perseguida y puesta a la disposición de la justicia. Se nombra a Juan Leal y al guía Duval jefes del grupo, responsables de solucionar los problemas que pudieran surgir. Pero a pesar de que el trayecto y las condiciones para el viaje estaban planificadas, después de llevar 2 meses y medio en Quaticlán las familias canarias, que habían vivido las dificultades del camino y oído lo que les esperaba, insistían cada vez con más frecuencia en quedarse. Finalmente se parte el 15 de noviembre para evitar deserciones. Una vez en San Luís de Potosí acamparon y esa misma noche desertaron 4 personas, pero fueron capturadas enseguida y encarceladas en San Luís. Pasaron por numerosos pueblos más, antecedidos siempre por el correo especial del Virrey que se adelantaba para entregar la orden en que se les nombraba " hijos dalgos del solar conocido", así como las instrucciones al Gobernador de Texas o Capitán del Presidio de San Antonio dando las instrucciones para la construcción del Cabildo. Desde el Saltillo hasta San Antonio los peligros aumentaban a medida que se adentraban en el territorio comanche, hacia el noroeste. El primer ataque les sorprendió por la noche al intentar atravesar el Río Grande, pero por suerte no se perdió ninguna vida humana. Llegaron por fin al Presidio de San Antonio al amanecer del 9 de Marzo de 1731, después de ocho meses de caravana y casi un año desde que partieron del puerto de Santa Cruz de Tenerife. Las familias se acomodaron en las casas de los soldados del presidio, en casetas y carros. El Capitán del presidio tenía orden del Virrey de repartir las tierras entre las familias asignándolas a suertes, pero no fue fácil y surgieron muchas disputas por lo que se decidió dejarlo para más adelante y de momento sembrar entre todos una zona roturada ya por los militares y sus familias. Gracias a la cosecha pudieron sobrevivir por su propia cuenta ya que se había agotado la ayuda real. A principios de Julio se comienza con el trazado de las calles para lo que se les entrega a las familias piedras y estacas. Los terrenos se reparten en una zona llana, una especie de meseta, y se delimitan las zonas de pasto. La ciudad se encontraba entre el río de San Antonio y el Arroyo de San Pedro, y antes de que llegaran las familias ya existían en el sitio 5 misiones franciscanas. La más cercana era la de San Antonio Valero que pasará a conocerse hasta nuestros días por el Alamo. Entre esta misión y el presidio de San Antonio fue donde se fundó la ciudad con un gobierno municipal llamado Cabildo.
El día 1 de Agosto de 1731 el Capitán Almazán convoca a los canarios para la constitución del Cabildo, que se llamará Cabildo de San Fernando de Texas. Éste sería el primer gobierno municipal creado en todo Texas, y que estaba compuesto en exclusiva por canarios. Se le dio el nombre de Fernando en honor al hijo de Felipe V. La administración local que se constituyó se correspondía con la estructura o modelo que se daba en España y que se había implantado en el Archipiélago Canario. Se eligieron 6 regidores, 1 escribano, 1 mayordomo, 2 alcaldes ordinarios, todos ellos cargos a perpetuidad. El Regidor es quien encarna el poder municipal, es el encargado de organizar todo el entramado legislativo a través de las ordenanzas; el Escribano es una especie de secretario, responsable de levantar actas, organizar cesiones; el Mayordomo organiza los bienes y rentas del Cabildo; y el Alcalde Ordinario administra justicia. Como primer Regidor y Presidente del Cabildo de San Antonio se nombra a Juan Leal, quien desde que salieron de Lanzarote se había convertido en el líder del grupo. Juan en su discurso de toma de posesión reclamó al Capitán Almázar unos caballos que habían sido requisados a los canarios, y este será sólo el comienzo de las disputas que serán la tónica general durante más de medio siglo entre los canarios, los militares del Presidio de San Antonio y la Misión de franciscanos que desde el otro lado del río siempre habían intentado que los canarios no fundaran una ciudad y compitieran con ellos en la producción agrícola y ganadera que explotaban con la ayuda de esclavos indios. Los misioneros pretendían que los canarios fueran repartidos por todas las misiones pero Juan Leal y el resto de componentes del cabildo tenían claro que la orden real era fundar una cuidad. Es por esto por lo que Juan se traslada hasta Méjico para hablar con el Virrey Casa fuerte para que éste diera las órdenes oportunas al Capitán Almázar y reconociera al Cabildo recién fundado como máximo poder civil de San Antonio. También para que le diera las instrucciones necesarias de cómo debe funcionar el Cabildo. El Virrey, nuevamente asesorado por el Brigadier Rivera envía órdenes claras al Capitán del presidio para que respetara y reconociera la voluntad del Cabildo. Con la Misión de San Antonio también tuvieron problemas en relación con el aprovechamiento del agua del río. En principio los misioneros no querían que los canarios usaran el agua, pero la intervención del Virrey resolvió a favor de los segundos. Pero sin embargo los misioneros contrataron de inmediato al único especialista en construcción de acequias que tenían los canarios, Antonio Rodríguez Medero. De manera que aunque los canarios tenían permiso para utilizar el agua del río no podían hacerlo. Sólo cuando se terminó la acequia de la Misión en 1732 denominada Acequia de la Concepción, Antonio Rodríguez comenzó a construir la de San Pedro que regaría los terrenos de las familias canarias. Se acabó de construir en 1741, y Antonio Rodríguez Maderos fue nombrado Presidente del Cabildo. En 1738 se decidió por el cabildo la construcción de una iglesia en honor a la Virgen de la Candelaria, que fue motivo de muchos conflictos. El Cabildo de San Antonio fue gobernado por canarios hasta la invasión por los anglosajones que desde la segunda mitad del siglo XVIII fueron invadiendo paulatinamente toda esta zona.
 

POTAJE DE LENTEJAS Y CASTAÑAS

La Palma

ingredientes
- ½ Kg lentejas
- Unas veinte castañas
- Cebolla
-Tomate
- Sal
- Clavo
- Pimienta negra en granos

procedimiento
Se guisan las lentejas y las castañas peladas -para medio kilo de lentejas una veintena de castañas- en agua que se asustará tres veces al menos. Mientras se hacen, se prepara una fritura de cebolla y tomate pelado y sin semillas bien picado. Y en un mortero se majan sal, dos clavos de olor y tres granos de pimienta negra. Se echan en el caldero de las lentejas primero el majado y después la fritura. Es recomendable dejar a fuego muy lento unos diez minutos más.

viernes, 16 de noviembre de 2007

QUESO ASADO CON MOJO

La Palma

Ingredientes:
300 gramos de queso palmero ahumado
mojo verde o de cilantro

Elaboración:

Se ponen a asar en un sartén antiadherente el queso en dos láminas de medio centímetro de grueso.

Cuando esté dorado por las dos caras se pone en un plato y se le pone el mojo de cilantro (ver abajo) por encima.

Se debe comer recién hecho

MOJO DE CILANTRO
Ingredientes:
1 cabeza de ajos
1 pimienta verde
3 cucharadas de vinagre
10 cucharadas de aceite
comino
cilantro
sal gorda
Elaboración:

Hacemos un majado con las cabezas con las ajos, la pimienta limpia de granos, comino, cilantro y la sal gorda. Finalmente añadimos el aceite y el vinagre lentamente. Lo conservaremos en lugar fresco o en la nevera. Este mojo acompaña bien a los pescados de cualquier forma preparados.


DORAMAS

Valiente guerrero y caudillo de los aborígenes canarios resistentes a la conquista de los españoles.


Aborigen de la isla de Canaria (hoy Gran Canaria), ha sido resaltado como valiente guerrero y resistente frente a la invasión castellana. Su nombre se entremezcla entre la historia y la leyenda.

Pertenecía a la clase social de los axicatnas (trasquilados), como los aborígenes canarios conocían a los plebeyos. Estos debían llevar el pelo corto, no como los nobles, que lo llevaban largo y gozaban de ciertos privilegios.Se ha dicho que el nombre "Doramas" era un apodo que significaría "el de las narices anchas", sin embargo hay quienes encuentran su orígen en los Senhaya del Marruecos Central (gran familia a la que pertenecen los nómadas touaregs). En dichas hablas se encuentran voces como ADDUR que significa "buena fama, renombre, honor,gloria" y AMAS QUE SIGNIFICA "LAZO DE PARENTESCO" .Por lo que la forma compuesta ADDUR AMAS literalmente significaría " el de la buena fama y el lazo de parentesco" yt abreviadamente "el famoso pariente".

Posteriormente fue declarado noble, que residía en el distrito de Telde. Era fornido y ancho de espaldas y no muy alto, con la característica peculiar de tener muy anchas las fosas nasales; y otra circunstancia, era muy valiente y aguerrido. Usaba como escudo para defenderse una rodela de drago, blanca, negra y colorada, en cuarteado, y portaba una enorme espada de madera.

Aclarar que en la época de la conquista, en la isla de Canaria había dos distritos o reinos principales, el de Telde y el de Gáldar (Agaldar). Al frente de cada uno había un Guanarteme, o rey. Por fallecimiento del de Telde, toda la isla quedó bajo la soberanía del guanarteme de Gáldar, y así la encontraron los conquistadores en el último tercio del siglo XV.

Ante la llegada de los españoles para conquistar la isla (1478), Doramas protagonizó numerosos incidentes y enfrentamientos contra las tropas invasoras, lo que le dio gran fama. Por ello, el guanarteme de Gáldar le ofrece el cargo de capitán en la guerra, lo declara noble y le da tierras y vivienda en ese distrito, al norte de la isla, en el bosque de los Tilos de Moya. No fue, por tanto, rey de Canaria, como se ha afirmado en épocas pasadas, sino caudillo de las huestes aborígenes de dicha isla en su lucha contra los invasores.

Doramas con su cuadrilla de isleños sorprendía los destacamentos del enemigo causándoles numerosas bajas, por lo que el capitán de los españoles pone en marcha una campaña decisiva contra él, atacándolo en los mismos lugares donde residía. El 20 de agosto de 1481 se entabló una dura batalla en el distrito de Arucas (Arehucas) en la que, tras una brava pelea, Doramas cayó herido a traición de una lanzada, falleciendo a continuación. Cuentan que el gobernador Juan de Vera mandó que se le cortara la cabeza y fuera clavada en una pica para escarmiento de la población aborigen. Según Abreu Galindo, algunos cristianos y canarios enterraron su cuerpo en la montaña de Arucas, hicieron un cercado de piedras en ese lugar y pusieron una cruz que todavía se conservaba en el siglo XVII. Su célebre espada estuvo expuesta mucho tiempo en Las Palmas, causando la admiración de cuantos pretendían manejarla.

Poco después de la muerte de Doramas, un puñado de canarios, que se habían hecho fuertes en los riscos más inaccesibles de la isla, fueron finalmente reducidos por las huestes españolas, señalándose como fin de la conquista de la isla el año 1483. Pero el recuerdo de aquel valeroso aborigen ha permanecido en el corazón de los canarios como un símbolo del pasado de un pueblo que tiene en el valor y la libertad uno de sus bienes más preciados.


NOTA
La foto pertenece a la escultura Doramas del escultor Abraham Cárdenes, desapareció hace muchísimos años. Es una obra monumental de más de 2 metros de altura y más de 200 kilos de peso. Fue realizada en 1941. El último lugar donde estuvo fue el Parque Hermanos Millares, en Escaleritas (Las Palmas de Gran Canaria). DEPACA juntos con diversos asociaciones vecinales están en su búsqueda ¿nos puede usted ayudar? Para ampliar información sobre este tema,visite la página

es.geocities.com/asociacion_depaca/denuncias3.htm

CRISTINA LÓPEZ DÍAZ


jueves, 15 de noviembre de 2007

TEOBALDO POWER LUGO-VIÑA (1848-1884)

Nació en Santa Cruz de Tenerife el 6 de enero de 1848, descendiente de comerciantes irlandeses y de padre militar.
Fue un
niño prodigio, que comenzó a dar conciertos de piano desde muy joven, sorprendiendo a la intelectualidad de su época.

Estudió en Barcelona y París, finalizando su carrera con 18 años.
Desde ent
onces, su joven existencia es un ir y venir entre Tenerife, Cuba, Madrid, Lisboa, Madeira, Málaga...

En 1882 obtiene por oposición la cátedra de piano de la Escuela Nacional de Música de Madrid, así como la de 2º Organista de la Capilla Real.
Su
delicada salud le hizo pasar temporadas en el tinerfeño pueblo de Las Mercedes, donde compuso sus célebres "Cantos Canarios".

Los Cantos Canario están escritos en un lenguaje romántico, siendo un ejemplo del "nacionalismo musical", del que participaron grandes compositores del siglo XIX como Grieg, Falla, Granados, Albéniz o Tchaikowsky. Es una obra basada en diversos géneros de la tradición musical canaria, como el Canto del Güeyero, la Isa, el Tanganillo, las Saltonas.

Sin duda, la parte más emotiva es el Arrorró, canto de cuna por excelencia, del que Power supo captar su sencilla belleza y reinterpretar como leit motiv de su obra.

El estreno de los Cantos Canarios tuvo lugar agosto de 1880 y, desde entonces, se convirtió en todo un símbolo de identidad musical de Canarias. En la actualidad, se ha convertido en la música del himno oficial de la Comunidad Canaria.

Enfermo de tuberculosis, murió a la temprana edad de 36 años, año 1884, en la plenitud de su carrera como creador y concertista.

EUGENIO EGEA MOLINA


miércoles, 14 de noviembre de 2007

SANCOCHO DE HABAS

El Hierro

Ingredientes
1 ½ Kg. Habas frescas
1 kg. Carne de cerdo
Aceite
6 dientes de ajos
2 cebollas
2 tomates
Vino
Sal
Bicarbonato

Descripción
Antes de comenzar la elaboración del sancocho de habas, hay que pasar aproximadamente un kilo y medio de habas tiernas y frescas por un buen baño de agua fría. Una vez sazonado un kilo de carne cerdo se fríe ligeramente en aceite hasta que queden los trozos doraditos. Se apartan. En el mismo aceite, se hace una fritura con media docena de dientes de ajos picados, dos cebollas medianas y un par de tomates no muy grandes, pelados y sin semillas. Cuando la fritura esté lista se le echa un chorrito de vino y se deja que de un hervor tímido y rapidísimo. Entretanto, se habrá puesto en un caldero bastante agua a hervir. Cuando empiece la ebullición se le echan las habas, sal y un golpe de bicarbonato; se las aplasta con una cuchara de madera y se les deja guisándose como unos diez minutos. Una vez pasado el tiempo marcado, se le añade la carne y diez minutos después la fritura. Luego se le deja guisar, sin que se quede corto de agua -tiene que quedar unos dos dedos por encima del contenido-, hasta que complete la hora de cocción.

SECUNDINO DELGADO RODRÍGUEZ (1867-1912)

Nació en Santa Cruz de Tenerife en 1867.


A los 14 años tomó el camino de la emigración.

En Estados Unidos se inició en las ideas libertarias y estableció contacto con sectores independentistas cubanos. En 1885 se estableció en Tampa, Florida, donde colaboró con el semanario El Esclavo.

Posteriormente marchó a Cuba, donde ejerció de herrero y continuó su labor política. Donde mantuvo estrechas relaciones con los independentistas cubanos

En 1896 regresó a Canarias y poco después fue a Caracas. Allí trató de organizar un movimiento independentista canario y fundó el periódico El Guanche, con el lema “solo por las Canarias y para los canarios”, apostando por la independencia del Archipiélago.

Dos años después volvió a Tenerife, colaboró con la Asociación Obrera de Canarias, fundó el periódico Vacaguaré y el Partido Popular Autonomista que se presentó a elecciones, considerado como el primer partido obrero de Canarias.

En 1902 fue detenido, acusado de fabricar la bomba utilizada en el atentado contra la Capitanía General de La Habana en 1896 y fue trasladado a la Cárcel Modelo de Madrid, donde fue visitado por Nicolás Estévanez. Este periodo de prisión lo relató en su libro ¡Vacaguaré...! (Via-Crucis).


Falleció en 1912, a causa de una tuberculosis.

EUGENIO EGEA MOLINA



jueves, 8 de noviembre de 2007

ALMOGROTE

La Gomera


Ingredientes:

Queso muy curado,

Tomate,

Pimienta picona,

Ajo

Aceite.

Método:

Se coge un buen pedazo de queso muy, muy curado (a ser posible gomero, claro está), y se rompe en pedacitos más pequeños. Si hace falta martillo y escoplo para ello, el queso es el ideal. Estos pedacitos se pasan luego por la batidora, o se rayan finamente por cualquier otro método, si no se quiere estropear las cuchillas. El queso ya rallado se mezcla en la batidora con unos tomates pelados, un par de pimientas de la p. madre, varios dientes de ajo y un chorrito de aceite. Se revuelve todo bien hasta que alcance la consistencia de un paté.

Este paté se untar después en lasquitas de pan, a ser posible bizcochado. Las cantidades exactas de ingredientes dependen del gusto de cada uno. El tomate influye en el color final y suaviza el paladar, y la pimienta y el ajo hacen que sea más o menos picante.