Una de las voces líricas más vigorosas y originales de la poesía canaria de todos los tiempos es la de Pedro García Cabrera, el poeta representativo de la generación de Gaceta de Arte.
Nació en el pequeño pueblo gomero de Vallehermoso el 19 de agosto de1905. A los siete años marcha a Sevilla, a donde había sido destinado su padre. Volverá pronto a las islas y con su familia, se establece en Tenerife, que va a ser en adelante su residencia casi permanente. Los primeros textos literarios de García Cabrera aparecen en 1922, cuándo sólo contaba dieciséis años de edad, pero es a partir de 1925 cuando se intensifica la publicación de envíos poéticos y artículos suyos en los periódicos y revistas insulares. En 1926 nace la revista Hespérides, en la que el poeta y algunos otros de los miembros más significativos de su generación colaboran. Es esta revista la que edita, en 1928, su primer libro, Líquenes, en el que se encuentran ya prefigurados con claridad los rasgos fundamentales de su poesía. Participa, en 1930, en la fundación de la revista Cartones y dirige el semanario Altavoz, con el que aspiraba a denunciar la situación de caciquismo que soportaba su isla natal, La Gomera. Miembro fundador de la gran revista Gaceta de Arte, con Eduardo Westerdahl, Pérez Minik y otros escritores e intelectuales isleños de horizonte universal, en las ediciones paralelas de la revista apareció publicado su segundo libro, Transparencias fugadas (1934). Pedro García Cabrera, que había sido concejal republicano, por el Partido Socialista Obrero Español, en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, desde 1931, es deportado a Villa Cisneros en 1936, al estallar la guerra civil española, pero logra huir, en marzo del siguiente año, a Dakar. Regresa a España y toma parte en la contienda, hasta que es de nuevo encarcelado y condenado posteriormente a treinta años de prisión, aunque es puesto en libertad vigilada en 1945. Durante esta larga y dramática etapa de su vida, García Cabrera escribe Romancero cautivo, La arena y la intimidad y Hombros de ausencia. En 1944 inicia el poemario Viaje al interior de tu voz. De 1951 es Día de alondras, y de 1959 La esperanza me mantiene, que representa la culminación de un período clave en su larga trayectoria poética: el paso del lirismo vanguardista al realismo social. . Pedro García Cabrera contrajo matrimonio en 1948 con Matilde Torres Marchal, su compañera inseparable, a quien conoció en el Hospital Civil de Jaén, cuando estuvo internado allí, debido a un grave accidente durante la guerra civil. Ella alienta sin descanso su memoria. Poco antes de su muerte, el Cabildo de Tenerife tuvo tiempo de rendirle el último homenaje que se le tributó en vida, al hacerle entrega de la Medalla de Oro de la Isla. Pedro García Cabrera murió el 20 de marzo de 1981, víctima de larga enfermedad que apenas pudo acallar su poderosa voz lírica.
Nació en el pequeño pueblo gomero de Vallehermoso el 19 de agosto de
Las islas en que vivo:
Un día habrá una isla
que no sea silencio amordazado
Que me entierren en ella,
donde mi libertad dé sus rumores
a todos los que pisan sus orillas.
Solo no estoy. Están conmigo siempre
horizontes y manos de esperanza,
aquellos que no cesan
de mirarse la cara en sus heridas,
aquellos que no pierden
el corazón y el rumbo en las tormentas,
los que lloran de rabia
y se tragan el tiempo en carne viva.
Y cuando mis palabras se liberen
del combate en que muero y en que vivo,
la alegría del mar le pido a todos
cuantos partan su pan en esta isla
que no sea silencio amordazado.
CRISTINA LÓPEZ DÍAZ
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